María Vázquez tiene dos hijos, de cinco y tres años, un dato que forma parte de la esencia de la obra que la actriz viguesa trae a Galicia la próxima semana. Y es que Vázquez comparte esta experiencia vital con el público en "Femenino singular", una "comedia gamberra" sobre la maternidad en la que otras tres actrices y también madres, Marta Belenguer, Rosa Manteiga y Carolina Solas, se despojan de complejos y confiesan sus miedos e inseguridades como mujeres, como madres y como profesionales. Y para hacerlo con mayor libertad y sin pudor, se intercambian los papeles en esta obra, que llega a Santiago el miércoles 9 y a Ourense en 10. Jorge Muñoz da réplica masculina en esta pieza, que dirige Emilio del Valle.
-¿Cómo surge esta obra?
-Las cuatro [Marta Belenguer, Rosa Manteiga y Carolina Solas y la actriz viguesa] somos amigas y vecinas. Y nos juntábamos en el parque con los niños. Allí contábamos anécdotas sobre nuestra maternidad, sobre lo difícil que es volver a trabar, sobre lo exigente que es la industria con las actrices. Tienes un hijo y ya tienes que estar estupenda a los quince días. Y un día nos dijimos: "¿Y por qué, ya que somos actrices, no montamos una obra y contamos todo esto?" Pero en vez de ponernos quejicas, vamos a contarlo con sentido del humor, riéndonos incluso de nosotras mismas. Y así, cada una escribió su historia, y luego nos dimos cuenta de que estábamos muy apegadas a nuestra historia, por lo que decidimos intercambiarnos los personajes, para poder darle otra dimensión y poder reírnos más, e incluso darle más teatralidad. Y la verdad es que la experiencia de cambiar y verte por otro es muy chula.
-¿Es difícil ser madre y trabajadora?
-En este país, es difícil ser mujer y es muy difícil conciliar la vida familiar con la laboral. A una mujer ser le exige ser la mejor madre, ser súper eficiente en el trabajo y en casa y además estar estupenda. En interpretación por lo menos, notamos como que te dejan un poco de lado cuando eres madre, como que ya no puedes hacer determinados papeles que antes sí podías. Persisten demasiados estereotipos. Una obra como esta, por ejemplo, como está protagonizada por mujeres se considera de género. Parece que a buena parte de la sociedad le cuesta asumir que las mujeres estamos cambiando muchos roles.
-¿Qué supuso para usted expresar la experiencia de ser madre en el papel?
-Fue casi como una terapia. Lo que hemos aprendido con esta obra es que muchas veces no nos apoyamos entre nosotras, no nos contamos las cosas, y que te crees un bicho raro a la que le pasan cosas raras. Y cuando lo hablas, te das cuenta de que nos pasa a todas. Pero te crees mala madre si te quejas y no dices que estás súper bien. Se idealiza mucho la maternidad, pero nuestras propias madres lo hacen. Te dicen que ser madre es lo mejor del mundo, que por supuesto que lo es, pero nadie te cuenta el otro lado, así que te encuentras mal reconociendo que estás mal.
-¿Cuáles son sus planes más inmediatos?
-Seguir con la gira de esta obra, tengo un nuevo proyecto de teatro, que aún no puedo decir, y estoy a punto de estrenar una película, "María y los demás", de Miguel Regueira, que se produjo aquí en Galicia.
