Vitrasa se compromete a trabajar para que cualquier persona en silla de ruedas pueda acceder a sus buses. El director general de la concesionaria, Juan Carlos Villarino, acudió ayer a Chapela para reunirse en persona con Carlos Álvarez, el usuario con movilidad reducida que esta misma semana reclamaba una rampa adaptada para subir al autocar. Durante la entrevista el responsable de Vitrasa pidió "disculpas" al joven y se comprometió a estudiar el problema para buscarle una solución. "Estamos revisando y comprobando las rampas", explicó Villarino, quien aclaró que los autocares que circulan por la ciudad disponen del mecanismo necesario para el acceso con silla de ruedas, si bien es cierto -concedió- que algunas rampas incorporan "muchos sensores", por lo que pueden "fallar" en ocasiones.

El director de Vitrasa insistió en "pedir disculpas" y se mostró dispuesto a garantizar la accesibilidad. De hecho avanzó que a lo largo del próximo año la concesionaria aumentará el número de autocares con rampa telescópica -las más efectivas- a cerca de 70, frente a los 35 actuales. A lo largo de 2016 desaparecerán además los mecanismos de tipo manual. Villarino avanzó también que se citará con representantes de las personas con discapacidad y el propio Álvarez para elaborar un "protocolo". El objetivo -explicó- es dar la mejor solución a los problemas que puedan encontrarse los usuarios con movilidad reducida a la hora de coger un bus de Vitrasa. Desde la concesionaria recuerdan también la existencia del Servicio Especial para Personas de Movilidad Reducida (PMR), que opera de 8.00 a 14.00 y de 16.00 a 20.00 horas de lunes a sábado y a petición de los usuarios -quienes deben solicitarlo con una jornada de antelación-.

La entrevista entre Villarino y Álvarez se realizó en Chapela, justo al lado de la parada de Vitrasa que usa el joven de forma habitual para acudir al IES de la parroquia. Durante la cita Álvarez insistió a la concesionaria en que "debe dar un servicio integral a la gente con movilidad reducida y promover una autonomía lo más digna posible". "Tienen que adaptar las rampas para estas sillas, que pesan el doble que las obras", recalcó el joven en alusión al mecanismo que usa para desplazarse. "Y si algo falla, por cuestiones ajenas a Vitrasa" -abundó- "comuníquenlo". Álvarez se mostró dispuesto, de hecho, a "estar al lado" de la concesionaria para "presionar" a las administraciones, si fuera necesario para garantizar que los buses dispondrán de las rampas necesarias.

El estudiante del IES de Chapela lamentó también el "tono despectivo" con el que asegura que le ha tratado algún chófer de la concesionaria: "Llevo dos años quejándome y no me han respondido". Villarino respondió que no tenía constancia del problema y recordó que en ocasiones hay circunstancias que impiden al autobús realizar el servicio -como un coche mal aparcado frente a la parada-, de todos modos se comprometió a garantizar el servicio siempre que sea posible prestarlo.