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Jimmy Burns Marañón: "Francisco es el único líder global que tiene algo que decir"

"El Pontífice está dispuesto a reformar la Iglesia y la pregunta es si le dará tiempo a hacer todo lo que quiere hacer", afirma el autor de "Franciscus. El Papa de la esperanza"

El público que acudió a la charla-coloquio en el Auditorio Municipal do Areal, en Vigo. // Marta G. Brea

En una época en la que los líderes políticos han fallado, el Papa Francisco se erige como el único con un mensaje que seguir. Así lo aseguró ayer Jimmy Burns Marañón, autor de la biografía "Franciscus. El Papa de la promesa", en la charla-coloquio que ofreció ayer el el CLUB FARO, presentado por José Luis Barreiro, delegado de la ONG Entreculturas en Vigo. Burns, periodista y escritor anglo-hispano, nieto del reconocido médico Gregorio Marañón, profundiza en este libro en la personalidad del Papa Francisco, un personaje complejo, aseguró, y con sus luces y sus sombras.

El Papa argentino es, según el biógrafo, una persona con las ideas muy claras y decidido a reformar la Iglesia. También es consciente de que cuenta con un tiempo limitado para acometer la reforma de la Iglesia. "El Papa es muy consciente de lo que no quiere. No quiere acabar sus últimos meses o años como Juan Pablo II, una persona que no podía moverse ni comunicarse. No quiere porque sabe que esto ya no sirve a la Iglesia. Este Papa es un líder global espiritual carismático y sabe que, en un momento en que están fallando todos los líderes políticos del mundo, él es el único que tiene algo que decir, no sirve si está incapacitado", afirmó el conferenciante.

Burns habló de la intervención del Pontífice argentino en el final en las negociaciones diplomáticas que pusieron fin al bloqueo estadounidense a Cuba, y en Irán. "Este Papa está intentando hacer más cosas en Oriente Medio, pero el problema es cómo tenderle la mano a alguien anclado en el siglo XII, intolerante y violento", planteó Burns, especializado en terrorismo mundial.

En su opinión, el talante del Pontífice argentino quedó patente cuando saludó desde el balcón del Vaticano a los fieles que aguardaban para ver al nuevo Papa. "Se presentó como obispo de Roma; pidió que rezasen por él, algo que denota una enorme humildad en alguien que acaba de ser elegido Papa; y saludó con un bona sera, diciendo: 'No me miréis desde abajo porque estaré ahí, con vosotros", explicó Burns. Y no fue un gesto. Los cambios en la Iglesia comenzaron enseguida, empezando por dos problemas graves que arrastraba ya la última etapa de Benedicto XVI: los casos de pederastia y el escándalo de la banca vaticana, que el Papa argentino encaró con valentía.

"El Papa se encontró con el grave caso de los abusos sexuales y con esa imagen de la Iglesia institucional cubriéndolos y con la idea de estar por encima de la Justicia y dijo que no, que nunca más se iba a permitir que un sacerdote o un obispo pudiera abusar de una persona y creer que se libraría de la Justicia", recordó Burns sobre los casos de pederastia denunciados en distintos países, incluido España. Para solventar estos dos problemas, el Papa optó por constituir comisiones de investigación con personas laicas especializadas en sendos temas.

En cuanto a la reforma de la Iglesia, Burns aseguró que esta es absolutamente necesaria y que el Papa es consciente de ello. "Pero el Papa considera que los cambios deben ser fruto de un debate y no de las decisiones de un papa. La gran pregunta es si le dará tiempo para hacer todo lo que quiere hacer y también si su sucesor continuará este proceso o por el contrario dará marcha atrás. Yo soy optimista. Creo que el proceso de cambio continuará", opinó.

De momento, el Papa tiene una "energía increíble", afirmó Burns. "Yo le he acompañado en sus viajes internacionales y os aseguro que lo que hace nos mataría a todos, y esto a pesar de que le falta medio pulmón y tiene una ciática", añadió.

Pero Burns también habló de los "puntos oscuros" de la biografía del Papa, como su posicionamiento moral en la llamada "guerra sucia", durante la dictadura. Burns reconoció que la postura del Papa, que entonces era provincial de los jesuitas, puede considerarse tímida comparada con la oposición activa y abierta que mostraron otros jesuitas, aunque matizó que el papa también ayudó a las víctimas a través de la negociación con la junta militar. "No dio la cara en el sentido de denunciar la violación de los derechos humanos. Él mismo asumió después que no hizo lo suficiente, pero lo bonito es esta autocrítica, que supuso un proceso de reconversión hasta convertirse en el Papa que hoy conocemos. El cambio se ve ya cuando es nombrado arzobispo de Buenos Aires. Ya como arzobispo se acerca a los pobres, y condena la corrupción política y el narcotráfico", explicó. Un anticipo, sin duda, de quien después ocuparía la cátedra de San Pedro.

"Las mujeres juegan un papel muy importante en la vida del Papa"

  • Jimmy Burns Marañón desgranó también los aspectos de la infancia y juventud del Papa Francisco que fueron formando la personalidad del pontífice argentino, desde la misma marcha de sus padres a Argentina, huyendo de la dictadura de Mussolini. Los Bergoglio perdieron el barco que tenía que llevarlos al nuevo mundo y así salvaron la vida. El navío naufragó cerca de la costa de Brasil y fallecieron 200 personas. Este acontecimiento marcó, explicó el periodista, el ambiente familiar en que nacerá el pequeño Bergoglio, ya que Argentina no solo será un país de acogida, sino "el país de la promesa", puntualizó Burns.El autor de "Franciscus. El Papa de la promesa" también describe al joven Bergoglio, un chaval procedente de una familia media baja, estudiante de química, que bailaba tango y seguidor del San Lorenzo de Almagro. En definitiva, un chico normal, educado en un ambiente católico y peronista, pero para el que sus padres nunca habían planeado el sacerdocio.De hecho, recordó Burns, la madre intentó de disuadirle porque quería que la familia continuase con su primogénito y el joven Bergoglio encontró el apoyo que necesitaba en su abuela. "Las mujeres juegan un papel muy importante en la vida del Papa. Este libro está lleno de mujeres", afirmó.Según el biógrafo, lo que animó a Bergoglio a hacerse jesuita fue la caída de Juan Perón. Este acontecimiento fue, explicó, un duro golpe para la familia, que veían en el peronismo la doctrina social de la Iglesia.La biografía de Burns muestra como Bergoglio va evolucionando hacia el Papa que conocemos hoy, humilde y dispuesto a cambiar la Iglesia, una evolución marcada por los acontecimientos que le toca vivir.

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