Las fuerzas de seguridad realizan un seguimiento de 2.934 víctimas de malos tratos en Galicia, pero sólo un tercio (658) reciben protección policial. Las medidas para garantizar la seguridad de la maltratada varían en función del nivel de riesgo que se estima que corren -bajo, medio, alto o extremo-, algo que se revisa de forma periódica. La comunidad gallega cuenta con trece víctimas en riesgo "alto" o "extremo", lo que la sitúa como la tercera con mayor número de maltratadas en esta situación, sólo por debajo de Andalucía (20 casos) y la Comunidad Valenciana (16), según los últimos datos de la Secretaría de Estado de Seguridad, correspondientes a diciembre de 2015. De ellas, seis residen en la provincia de Pontevedra (tres de riesgo "extremo" y tres "alto"), cuatro en Lugo (riesgo "alto") y tres en A Coruña (también "alto").

De los casi 3.000 casos activos en la comunidad gallega, en seis de cada diez (1.978) "no se aprecia" riesgo para la víctima. Cuando el nivel sube a "bajo" -situación en la que están 727 víctimas en Galicia-, la policía se limita a mantener contactos esporádicos con la maltratada y a comunicar al agresor que la víctima dispone de protección por parte de las fuerzas de seguridad. Otras 216 gallegas viven en una situación de riesgo "medio". En estos casos, se realiza una vigilancia policial ocasional en el domicilio y lugar de trabajo de la víctima así como en la entrada del colegio de los hijos. Además también se facilita a la víctima un sistema de teleasistencia.

En el último escalafón de esta clasificación que realiza el llamado Sistema de Seguimiento Integral en los casos de violencia de género (Sistema VioGen) se encuentran las maltratadas con mayor riesgo de volver a ser víctimas de sus agresores. Hay un total de diez gallegas cuyo nivel de riesgo es "alto" y tres con riesgo "extremo". Las primeras reciben una vigilancia policial frecuente y se suele recomendar el uso de dispositivos electrónicos para localizar al agresor así como el traslado de domicilio. En los casos "extremos", la supervivisión de los agentes es prácticamente similar a como si la víctima tuviese una escolta.

Sin perfil claro

Los datos de Interior revelan que no hay un perfil claro de la mujer en mayor riesgo de volver a ser maltratada. De las diez que están en riesgo elevado en Galicia, cinco tienen entre 18 y 30 años, tres de 31 a 45 y otras dos superan esta edad. En cuanto a las de riesgo "extremo", una no supera la treintena mientras las otras dos tienen de 45 a 64.

A nivel estatal, hay un total de 52.005 mujeres maltratadas en situación de riesgo en España, de las que 658 tienen edades comprendidas entre los 14 y 17 años. En la comunidad gallega, la policía realiza un seguimiento de 22 menores, de las que tres tienen riesgo "medio" .

Por otra parte, los datos de Interior revelan que 436 víctimas de malos tratos son usuarias de Atenpro, un servicio telefónico de atención y protección a las maltratadas que combina servicio móvil con telelocalización y permite que la maltratada alerte ante cualquier emergencia las 24 horas del día. A ello se suma los dispositivos electrónicos que tienen instalados 22 maltratadores y que alertan tanto a la mujer como a la policía si el agresor se acerca.