La orden de la Xunta que regula la asistencia al farmacéutico de los técnicos y auxiliares de farmacia y les permite acceder al sistema de receta electrónica ha vuelto a reabrir un conflicto con los farmacéuticos adjuntos, quienes instan a la Consellería de Sanidade a derogar la norma porque, alegan, "incumple de manera clara" la Ley de Garantías de Uso Racional de los Medicamentos "al permitir al colectivo de auxiliares dispensar" los fármacos, según explicaron ayer en un comunicado.

La Ley de Garantías, subrayan desde la junta directiva de Asgafa (Asociación Gallega de Farmacéuticos Adjuntos), determina "literalmente" que ha de ser el farmacéutico el que dispense los fármacos, por lo que entienden que el "posibilitar" que auxiliares de farmacia (con un ciclo formativo) puedan asumir esta labor "es una falta de respeto y de consideración hacia la profesión farmacéutica". Añaden que Sanidade "no puede permitir que personal no cualificado tenga acceso a información privada del paciente, dispense y ofrezca información sobre el medicamento".

Aunque la norma está en vigor desde 2011, no fue hasta fines de 2015 que comenzó el proceso de acreditación de los técnicos para permitirles acceder al sistema de receta electrónica, a petición del farmacéutico titular de cada oficina. Si cuando se enunció la orden los farmacéuticos adjuntos (licenciados en Farmacia) pusieron peros, ayer, tras una reunión a principios de mes entre los colectivos afectados por la norma y el Sergas, volvieron a expresar su descontento, hasta el punto de pedir su derogación y la dimisión de la subdirectora xeral de Farmacia del Sergas, Carolina González-Criado, por "defender" su "contenido". Los adjuntos sostienen que "al igual que si quieres diagnosticar y prescribir debes estudiar medicina, para dispensar debes estudiar farmacia".

Desde el otro lado, técnicos y auxiliares de farmacia, que entre otras labores gestionan los stocks o la venta de parafarmacia, defienden la norma. Gerardo Mosquera, presidente de la comisión Coordinadora de Técnicos y Auxiliares de Farmacia de Galicia, asegura que la orden "es para que las personas que entran en el sistema estén identificadas, en este caso también técnicos y auxiliares", y que el objetivo es "colaborar con el farmacéutico en la dispensación, algo que se lleva haciendo durante décadas", y enfatiza la palabra "colaboración", a la que une "supervisión". No se trata, incide, de "competir con los farmacéuticos".

Por su parte, los colegios oficiales de farmacéuticos ven "muy buena disposición" en el conselleiro de Sanidade para "solucionar el problema que ha generado esta orden". Así lo señala la presidenta del Colexio de Pontevedra, Alba Soutelo, quien defiende que "el farmacéutico dispensa y el auxiliar asiste al farmacéutico en la dispensación, y así debe quedar recogido en la orden y garantizado en su desarrollo". En esa línea alega que la sociedad "necesita una farmacia centrada en los efectos de los medicamentos en el paciente y para ello", añade, "es necesario un profesional farmacéutico cualificado que preste una atención farmacéutica de calidad".

Desde la Consellería de Sanidade apuntan que hubo una reunión con los colectivos del ámbito de las oficinas de farmacia "para intentar llegar a acuerdos y consensos para mejorar la calidad y la seguridad de los servicios que se prestan".