"La gravedad de los trastornos de personalidad se dispara en el caso de los trastornos límite, con un índice de suicidios eficaces superior a un 10%", aseguró el psiquiatra Leonelo Forti Sampietro ayer en Club Faro de Vigo. "Los otros nueve de cada diez afectados que viven, mejoran su diagnóstico a partir de los 40 años", prosiguió el experto.
Factores como las metas que se plantee la persona, la capacidad de amar a una pareja o cultivar la amistad y su moral y pertenencia a un grupo, determinarán en gran medida una mejor evolución. Así lo indicó Forti durante la conferencia-coloquio "Los trastornos de personalidad: la importancia de una detección precoz", en la que fue presentado por el jefe del Servicio de Psiquiatría de la Estructura Organizativa de Xestión Integrada de Vigo, José Manuel Olivares. Su colega psiquiatra reconoció que ese tipo de trastornos suponen "el reto más difícil al que nos tenemos que enfrentar en la actualidad" y tildó la ponencia como "lección magistral" de Forti, que lleva 25 años en Vigo.
"En la población urbana del primer mundo, los trastornos de personalidad afectan a más del 2% de la población general y al 10% de los pacientes que acuden a una consulta de salud mental", añadió el experto. Leonelo Forti trató de aclarar al público menos iniciado en el terreno de la Psiquiatría cómo se desarrolla la personalidad y en qué consisten los trastornos de la misma; un tema del que "hace veinte años no se escribían artículos", recordó. "La personalidad tiñe la vida de cada individuo; es lo que explica cómo cada uno reacciona de una forma distinta ante un incendio", ejemplificó. También aludió al estrecho margen que delimita cuándo hay o no un trastorno.
La personalidad vendría definida por unos cinco rasgos, entre los que se encuentran los genes, que podrían afectar al desarrollo del adulto y el sistema nervioso conductual, pero sobre todo, por el entorno. "Somos vulnerables", aseguró, "los genes inciden en las predisposiciones pero el entorno tiene la fuerza suficiente para modular la expresión". Dos niños gemelos prácticamente idénticos genéticamente se comportarían de modos distintos si fueran criados en sociedades y familias distintas, según ensayos.
El psiquiatra puso el acento en la importancia del apego -y los tipos de este- porque de los 0 a 6 años va a marcar bastante cómo será el individuo en la época adulta. Distinguió el tipo de apego a sus progenitores entre los bebés y menores en base a un experimento con la madre y la separación de la misma. Ahí se situaría el apego seguro (empático, de alivio); el apego evitativo (insensible al rechazo) y el apego ambivalente (impredecible y que se convierte en inconsolable). En función de una serie de características del niño, el psiquiatra también visualizó tipos de temperamento: resiliente, internalizador o externalizador. "Habría que llamar la atención sobre esos rasgos para la detección precoz", resolvió el experto. "Es mucho más eficaz una intervención con 16 que con 60 años, aunque hasta los 19 años aproximadamente no aparecerán los rasgos de personalidad estable del adulto", indicó.
Sobre una tabla con cinco patrones adaptativos, definiría luego el experto los rasgos estables del adulto y en función del grado de muy bajo a muy alto de los mismos, determinaría perfiles de modo de ser. Forti enumeró personalidades como el estilo ausente, el estilo sumiso, el estilo teatral y el predador -capaz de modificar el entorno en su beneficio-. Por último, apareció el psicópata. Eso sí, advirtió que en el prototipo de personalidad límite, la persona debido a su inestabilidad emocional "no se queda con ninguno de los anteriores estilos y los usa todos". Ese tipo de personalidades serían también las que en la actualidad más acuden a los centros de salud y dañan a familias e instituciones.
"Los efectos de los trastornos de la personalidad se trasladan también al resto de patologías médicas y psiquiátricas, además de tener efectos colaterales de alto coste emocional, físico y económico tanto en las relaciones familiares e interpersonales como en el trabajo y en la capacidad de adaptación al entorno", relató. Por eso, en su opinión, se hace tan necesaria la detección precoz de indicadores de riesgo. "Junto a la intervención temprana, se perfilan como elementos claves para reducir el desarrollo y los devastadores efectos de esta patología".
Leonelo Forti Sampietro es psiquiatra, psicoterapeuta y licenciado en Filosofía. Cofundador del Foro Gallego para el Estudio de la Personalidad (2005), coordinador de las jornadas de Actualización en Personalidad y coautor del manual "Personalidad: exploración, diagnóstico y tratamiento", ha sido ponente en congresos nacionales e internacionales sobre trastornos de personalidad.
