Amancio Prada ya figura como uno de los grandes en su vínculo con Laxeiro y con las artes gallegas. Esa fraternidad quedó ayer sellada oficialmente con la recepción, por parte del cantautor, del premio que lleva el nombre del pintor dezano, una persona con la que el músico compartió ideas, reflexiones y hasta parrandas.

Con este galardón, se reconoció la labor artística de Prada quien agradeció a los presentes -reunidos en un destacado restaurante vigués- el premio, distinción que supondrá un resorte para continuar "cantando hasta que me muera".

Sabedor de la importancia que ostenta este galardón (entregado por el alcalde de Vigo, Abel Caballero, quien también preside el Patronato de la Fundación Laxeiro), no eludió reconocer que el día de ayer era una jornada de homenaje también al artista plástico.

Sobre él, Amancio Prada destacó que "era un artista vocacional, sometido a una disciplina que él mismo se exigía". Como no podía ser de otra forma, el centenar de comensales que presenciaron el acto -nutrido por representantes de la cultura gallega- fueron regalados con la voz de Prada tanto recitando como cantando.

Sentidas palabras dirigió también el nieto del artista de Lalín a Amancio Prada. Carlos García-Suárez destacó el trabajo del cantautor por la cultura gallega a pesar de no ser gallego de nacimiento. También aprovechó para demandar a las instituciones que apoyen la cutura y, en especial, el programa de actividades de la Fundación, que se ha convertido en una puerta de acceso de muchos ciudadanos no sólo al universo Laxeiro sino también a la clave del arte contemporáneo, ya que el dezano fue un pionero en la comunidad con su estilo propio e intrasferible.

Por otra parte, Abel Caballero ofreció sendas semblanzas del pintor lalinense y del músico de Ponferrada.

Polémica por entregas

El acto brilló pero una vez acabado fue ensombrecido por un cruce de acusaciones entre Xunta y Alcaldía. Antes de las tres de la tarde, los medios de comunicación recibían una nota de prensa de la Consellería de Cultura en la que felicitaban a Amancio Prada por el galardón para, a continuación, "lamentar" la actitud del alcalde vigués. El departamento autonómico acusó a Caballero de "impedir que el delegado de la Xunta de Galicia en Vigo, Ignacio López-Chaves, pudiese estar en la mesa presidencial".

Cultura también arremetió contra el regidor -siempre según se recoge en la nota- por "impedirle a López intervenir en el acto de entrega del premio en representación de la Consellería de Cultura". Para la Xunta, se trata de "una actitud de boicot del alcalde a un representante de la Consellería" así como "una muestra de falta de respeto e intolerancia institucional".

Horas después, contraatacaba con otra nota el Concello de Vigo acusando a la Xunta de "posición sectaria" y de un "desconocimiento total" de la ciudad así como de las normas de funcionamiento del patronato. "No sabemos de qué habla el señor López-Chaves; una vez más se vuelve a equivocar. El señor delegado de la Xunta no es un miembro del Patronato y, por tanto, no puede estar en la mesa presidencial ni tener la palabra. Esta es una decisión que no toma el alcalde de Vigo", añadió.

Según pudo saber este periódico, López-Chaves no acudió al acto. Tampoco lo hizo el conselleiro de Cultura ni, en su sustitución, Anxo Lorenzo. Este último se exculpó alegando tener "problemas familiares graves".