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Sapiens y neandertales se cruzaron 40.000 años antes

La hibridación fue hace 100.000 años y no hace 60.000 como decían

Sapiens y neandertales se cruzaron 40.000 años antes

El hallazgo del ADN neandertal se ha convertido en el último lustro en una ventana abierta al pasado de la humanidad. Su contribución al conocimiento de los orígenes de nuestra especie y de la que nos precedió -el hombre de neandertal- está siendo una sucesión de respuestas a las grandes preguntas de los científicos. La última acaba de confirmar que neandertales y sapiens (hombre moderno) se cruzaron hace más de 100.000 años en el Oriente Medio. Es la conclusión de un estudio, publicado por la revista científica Nature, elaborado a partir de los genomas completos de un neandertal y un denisovano de Siberia, a los que se han sumado un neandertal de la cueva de El Sidrón (Piloña) y otro de Vindija (Croacia).

La noticia no deja de ser impactante desde el punto de vista de que hasta hace menos de una década se pensaba que el hombre moderno no había mantenido intercambios sexuales con descendencia con otras especies. Que las cosas no sucedieron así se supo hace tan solo seis años, cuando la publicación del primer borrador del genoma neandertal reveló que los sapiens euroasiáticos comparten un pequeño porcentaje de ADN neandertal.

Se trata de una fecha anterior a lo establecido hasta ahora que pone de manifiesto que hubo al menos dos cruces distintos entre ambas especies: el que ya se conocía, hace unos 60.000 o 65.000 años, y otro que se dio hace entre unos 100.000 o 120.000 años, confirma a Efe Carles Lalueza-Fox, del Instituto de Biología Evolutiva (centro mixto del CSIC y la Universidad Pompeu Fabra).

Entonces se pensó que dicha hibridación se había producido hace unos 50.000 años con la salida de los primeros hombres modernos de África, pero la genética y los hallazgos paleontológicos han ido más allá hasta probar que ese encuentro pudo haberse producido mucho antes, probablemente hace más de 100.000 años en Oriente Medio.

La cosa tiene su miga y vuelve a desmontar anteriores teorías. Hasta hace muy poco se daba por hecho que las poblaciones de humanos modernos llegadas desde África no habían conseguido entrar en Eurasia hasta hace unos 50.000 años, sin embargo, el estudio que ahora publica Nature, con la participación de los investigadores Carles Lalueza-Fox y Antonio Rosas, viene a demostrar que la primera salida de África de humanos anatómicamente modernos se produjo hace más de cien mil años. Estos grupos se cruzaron en algún lugar de Oriente Medio con poblaciones neandertales que llegaron más tarde hasta el sur de la actual Siberia, portando los genes sapiens.

Como muy bien adelantó hace algunos años Carles Lalueza-Fox, el análisis de ADN está cambiando el pasado. La avalancha de nuevos datos ha obligado a repensar la evolución humana con evidencias palpables.

Porque otra de las aportaciones del estudio es que por primera vez se encuentran secuencias genéticas de sapiens en cromosomas de neandertales. Este antiguo intercambio genético podría haber tenido lugar en Oriente Medio, según un estudio de Nature.

A través del uso de distintas técnicas de análisis de ADN (los fragmentos genómicos son más cortos cuanto más lejos ha sido el cruce), los científicos identifican por tanto una hibridación entre neandertales y humanos modernos decenas de miles de años (unos 50.000) antes de lo documentado previamente, lo que sugiere, tal y como se ha publicado en estudios recientes, que humanos modernos salieron de África más temprano y se mezclaron con neandertales.

Estos seres humanos modernos se extinguieron, por lo que su genética no está en los antepasados del hombre moderno actual.

El trabajo está dirigido por el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva (Alemania) y participan varios centros españoles, que describen en este artículo el hallazgo por primera vez de secuencias genéticas de sapiens en cromosomas de neandertales. Para llegar a estas conclusiones, se estudiaron y compararon los genomas completos de un neandertal y un homínido de Denísova (denisovano) de Siberia, y la secuencia del cromosoma 21 de un neandertal de la cueva asturiana de El Sidrón y de otro de Vindija (Croacia), según una nota del CSIC.

Lo que los expertos ya sabían desde 2010, gracias al proyecto Genoma Neandertal, es que hace unos 60.000 años, la población humana antepasada de los europeos y los asiáticos actuales se cruzó con los neandertales. Como resultado de ese flujo génico, los humanos modernos no africanos son portadores de un 2 % de secuencias genéticas neandertales, pero no así las poblaciones subsaharianas que nunca estuvieron en contacto con neandertales y que no son portadores de estos genes arcaicos.

En este nuevo estudio, se han encontrado evidencias de la contribución de un humano moderno en el genoma de un neandertal, señala en una nota del Max Planck Sergi Castellano, otro de los autores.

Las pruebas de este flujo de genes se encontraron en un individuo neandertal cuyos restos se hallaron en una cueva en las montañas Altai en el sur de Siberia.

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