El papa Francisco y el patriarca ortodoxo ruso Kiril firmaron hoy en La Habana una declaración común en la que fue la primera reunión de los jerarcas de las dos religiones después de 1.000 años ante los desafíos como la persecución de los cristianos en Oriente Medio.

"La conciencia cristiana y la responsabilidad pastoral no nos permiten que permanezcamos indiferentes ante los desafíos que requieren una respuesta conjunta", se leía en la declaración en italiano y en ruso que ambos firmaron en el aeropuerto cubano.

La reunión histórica llega justo por el motivo que explicaban en este documento común: la necesidad de dar atención "hacia aquellas regiones del mundo donde los cristianos están sometidos a persecución".

"En muchos países de Oriente Medio y África del Norte se exterminan familias completas de nuestros hermanos y hermanas en Cristo, pueblos y ciudades enteros habitados por ellos. Sus templos están sometidos a la destrucción bárbara y a los saqueos, los santuarios - a la profanación, los monumentos - a la demolición", denunciaron. Expresaron cómo en Siria, Irak y otros países de Oriente Medio se observa "con dolor el éxodo masivo de cristianos de la tierra donde nuestra fe comenzó a extenderse y donde ellos vivían a partir de los tiempos apostólicos, junto con otras comunidades religiosas".

Por ello, tanto Francisco como Kiril en representación de sus Iglesias hicieron "un llamamiento a la comunidad internacional a tomar medidas inmediatas para evitar un mayor desplazamiento de los cristianos de Oriente Medio".

También instaron a la comunidad internacional "a unirse para poner fin a la violencia y al terrorismo y, al mismo tiempo, a través del diálogo, a contribuir a la pronta obtención de la paz civil". "Se requiere una ayuda humanitaria de gran escala para el pueblo que sufre y para muchos refugiados en los países vecinos", agregaron. También solicitaron "a todos los que pueden influir" para que ayuden a liberar a todos los secuestrados como los metropolitas de Alepo, Pablo y Juan Ibrahim, capturados en abril de 2013.

Como estaba previsto, también se refirieron a la situación en Ucrania, "que ya cobró muchas vidas, causó sufrimientos innumerables a los civiles, hundió a la sociedad en una profunda crisis económica y humanitaria". "Hacemos un llamamiento a todas las partes del conflicto a tener prudencia, mostrar la solidaridad social y trabajar activamente para el establecimiento de la paz", se lee en el texto.

También se insta a que ambas Iglesias trabajen "para lograr la armonía social, abstenerse de participar en la confrontación y de apoyar el desarrollo del conflicto".

En este declaración, se resaltó la necesidad de un "diálogo interreligioso" "en esta época turbadora" y la "responsabilidad especial" de los líderes religiosos.

La declaración también se hace hincapié en "el alto valor de la libertad religiosa".

En otro de los 30 puntos que forman este documento, ambos líderes religiosos también recordaron a las personas que "viven en la pobreza extrema en el momento en que la riqueza de la humanidad está creciendo". "No podemos permanecer indiferentes al destino de millones de migrantes y refugiados que tocan a las puertas de los países ricos", añadieron.

La "crisis de la familia en muchos países" y la defensa de la "familia fundada sobre el matrimonio que es un acto libre y fiel de amor entre un hombre y una mujer" también se encuentran en esta declaración. "Lamentamos que otras formas de convivencia se equiparan ahora con esta unión", se lee. Y también se hace un llamamiento para "respetar el derecho inalienable a la vida" y se asegura "que millones de bebés están privados de la propia posibilidad de ver la luz".

El papa Francisco y el patriarca ortodoxo ruso se encontraron en la sala presidencial del aeropuerto de La Habana, en lo que fue el primer encuentro de los lideres de las dos Iglesias tras el cisma del 1054.

Francisco llegaba desde Roma para ir a México e hizo escala en la isla caribeña para poder encontrarse con Kiril, que se encuentra en Cuba para una visita a Latinoamérica.