Ya lo dijo Charles Dickens: el hombre es un animal de costumbres. Y por costumbre o por rutina, se entiende un acto que se hace de forma casi automática, sin cuestionarse realmente si aquello que se está realizando se ejecuta correctamente. Muchas veces existen caminos más cortos o fáciles.

Por ejemplo, ¿sabrías cómo pelar ajos sin que se te queden impregnados los dedos de su fuerte olor? O, ¿sabes para qué sirve el agujero en el extremo del mango de la sartén? Descubre estos trucos cotidianos y muchos más y haz tu vida un poco más sencilla.

Verter el tetrabrick de la leche o del zumo sin salpicar

Es muy común salpicar o manchar cuando estamos vertiendo el líquido de un tetrabrick en un vaso. Aunque pocos se entretienen a leer las recomendaciones de los cartones, éstos explican que para servir correctamente, el tapón debe estar arriba, no abajo, tal como se hace normalmente.

No desperdicies ni un grano de azúcar

Sin salir del desayuno, un consejo para abrir los sobres alargados de azúcar sin desperdiciar ni un solo grano; la forma idónea de abrirlo y verterlo sobre el café o la leche es desde el medio, no desde un extremo.

Abrir un bote sin perder la fuerza como Sanson

Antes de retorcerte las muñecas para lograr abrir un frasco y desesperarte por no conseguirlo, aplica este truco. Mete la punta de un cuchillo por debajo del tapón y haz palanca contra el bote hasta que haga un sonido similar al ´pop´, que significa que ha entrado el aire. Ahora, abrirlo no te supondrá ningún esfuerzo.

Cortar papel de aluminio sin que se salga de la caja o se arrugue

En la caja donde viene el papel de aluminio existen dos pestañas en cada lateral, que hay que presionar, y sirven para sujetar el rollo. De esta manera es más fácil girarlo sin que se salga de la caja, ni se arrugue.

Sujetar una pajita a la lata de refresco

Cuando la lata está llena es muy complicado que la pajita se quede dentro, tiende a salirse del orificio. Para eliminar este problema los fabricantes ofrecen la solución en la propia anilla de la tapa; lo único que hay que hacer es girarla, de manera que el anillo de ésta quede sobre el orificio de la lata y sirva de sujeción para la pajita.

¿Dónde dejar las cucharas de madera mientras cocinamos?

La respuesta es en la propia sartén. El mango tiene un agujero en su extremo que es perfecto para introducir o sujetar la cuchara de madera que estamos utilizando para remover lo que cocinamos. Una solución efectiva para no manchar la encimera de la cocina.

Pelar ajos, sin tocarlos

Olvídate del método tradicional de golpear la hoja del cuchillo contra el diente, esparciendo pequeños trozos de piel por todo el suelo. Mete la cabeza entera de ajo en un frasco, ciérralo y agítalo durante 20 segundos; cuando viertas el contenido en un plato ¡descubrirás que los dientes están sin piel!

Servir palomitas sin semillas

Para evitar que se mezclen las palomitas acabadas de hacer en el microondas y las semillas que hayan quedado en la bolsa, ábrela levemente, ponla boca abajo y sacúdela ligeramente para que los granos se cuelen por la ranura. A continuación, limpia el bol, abre la bolsa y vierte todas las palomitas.

Secarse las manos con toallitas de papel

Si tras mojarte las manos necesitas varias toallitas de papel para secarte, y siempre te quedan trozos enganchados en la piel, debes utilizar el siguiente truco con el que te secarás de forma más efectiva y te hará ahorrar en toallitas. Tras lavarte las manos, sacúdelas unas doce veces para liberarte del exceso de agua. Ahora coge un trozo de papel, dóblalo por la mitad y sécate sin necesitar nada más.

Hilo dental que no corte la circulación de los dedos

En vez de ir enrollando el hilo dental en los dedos índices, cortándoles la circulación, prueba con atar un trozo de hilo en círculo y moverlo por las piezas de tu boca. ¡Di adiós a los dedos morados!