Una simple prueba de sangre podrá detectar, en cinco o diez años, cáncer de mama de manera precoz en mujeres de alto riesgo, ya sea por la densidad de su mama, por antecedentes familiares o por ser portadoras de marcadores genéticos de susceptibilidad, antes de que padezcan la enfermedad. Ello será posible gracias a un estudio de la Fundación QUAES, en colaboración con el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), que está aun en fase inicial, pero cuyos resultados podrán llevarse a la práctica clínica dentro de 5 o 10 años.