Candela tiene 30 años, está sana, no tiene pareja pero sí muy clara su prioridad de ser madre. ¿Por qué he de someterme a un tratamiento en un hospital, con estimulación ovárica, para recibir una inseminación si podría quedarme embarazada con la simple introducción del semen en mi vagina y a un coste mucho menor?

Candela es una mujer ficticia pero resume el perfil y filosofía de muchas de las clientas de los bancos de esperma que, especialmente en los últimos años, protagonizan un verdadero boom de la inseminación casera. Son mujeres que prefieren quedarse embarazadas online, sin moverse de su domicilio y a golpe de clic; compran todo lo necesario por la Red en un banco de semen y después ellas mismas se fecundan en la intimidad de su habitación. Los costes, claro, son bastante menores que los que ofrecen las clínicas de reproducción privadas.

Más de 1.500 niños han nacido ya en España por este método gracias al semen "vikingo" comprado a Cryos, el mayor banco de esperma del mundo, que tiene su sede en Dinamarca, donde esta práctica no sorprende a casi nadie. Más de 400 donantes de todo el mundo nutren este gran depósito que vende en 80 países, clínicas y particulares.

Sus "semillas", aseguran, tienen una calidad "extraordinaria" y son seleccionadas en laboratorio. "Tan solo un 5% de los chicos que quieren ser donantes son admitidos", explica Charlotte Eckstein, delegada de Cryos en España. La venta de esperma en España a través de esta web aumentó un 100% el año pasado y entre sus clientes "hay muchos gallegos", destaca Charlotte.

El método, sin embargo, no convence a los expertos en reproducción asistida por su falta de seguridad y calidad y porque, además, advierten que vulnera la normativa española. El doctor Domingo Vázquez, responsable de la Unidad de Reproducción Asistida del CHUVI, critica que estos bancos "no ofrecen garantías sobre la calidad ni el origen del semen, algo que en los hospitales se lleva a rajatabla". Vázquez, que es además delegado en Galicia de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), recuerda el problema de la trazabilidad. "El semen de un mismo donante hay que descartarlo cuando se alcanzan los seis embarazos y en internet no podemos tener garantías de que eso se controle", advierte.

Por otra parte, el experto recuerda que sobre todo las mujeres con problemas de fertilidad nunca deberían optar por este método. "Las opciones de que consigan el embarazo son mínimas porque la inseminación debe ser intrauterina, y eso requiere el conocimiento médico; las mujeres en casa solo introducen el semen en la vagina por lo que la eficacia es menor. Además, las mujeres con problemas precisan un tratamiento para la estimulación ovárica y la inseminación se debe realizar en un momento muy preciso que sólo se percibe con exactitud a través de la ecografía", explica. "La inseminación casera la veo como una chapuza que puede traer muchos problemas", añade.

La SEF -que junto con otras organizaciones científicas ha enviado un documento al Ministerio de Sanidad en el que se alerta de estos bancos y pide que se tomen medidas contra ellos- critica también que incumplen la exigencia de anonimato de los donantes. Cryos ofrece la posibilidad de elegir a un "donante no anónimo" que permitiría al hijo, a los 18 años, ponerse en contacto con él. La legislación española establece, por su parte, que los centros únicamente pueden hacer una selección del donante en función de su fenotipo (color de ojos, talla, peso, etc...) "para que sea similar a los padres". Sin embargo, estas empresas online,aunque no revelan la identidad del hombre, sí permiten acceder a fotografías de su infancia, mensajes manuscritos, audios de voz y a completas entrevistas sobre su personalidad.

También el doctor Elkin Muñoz, director del IVI de Vigo, critica la falta de seguridad de esas muestras que se envían por correo. "En las clínicas, pasan por varios controles exhaustivos antes de ser introducidas en la mujer para confirmar que no haya ninguna equivocación. En esta venta no hay garantías ni siquiera de que esos espermatozoides estén vivos", advierte.

Charlotte Eckstein, delegada de Cryos en España, asegura que las acusaciones de que la inseminación casera pueda ser peligrosa o que está prohibida en España son falsas. "La ley española solo regula los tratamientos de reproducción asistida, pero lo que una persona haga en su hogar no está cubierto por esta ley". Eckstein admite que no es un método adecuado para las mujeres con problemas de fertilidad. "Esas, por supuesto que deben acudir a una clínica para conseguir un embarazo, porque precisas la estimulación ovárica, pero estamos hablando de mujeres sanas y jóvenes y también mujeres lesbianas que desean ser madres y que no necesitan ningún tratamiento médico para lograrlo". "Nos critican porque hay un interés en proteger un negocio, está claro, pero la realidad es que tenemos licencia para todo lo que hacemos y seguimos la ley a rajatabla", concluye.