Genetistas gallegos reciben con interés la aprobación de esta investigación pionera en Europa. "Es un avance importante para seguir entendiendo qué genes se activan en cada momento del desarrollo y, por tanto, averiguar dónde se producen los ´fallos´ congénitos que producen abortos u otros problemas del desarrollo embrionario. Esto ya se ha hecho con otras técnicas, por ejemplo en ratones. Mientras no se pase de estas primeras etapas del desarrollo de los embriones, no veo mayor problema ético", comenta Armando Caballero, catedrático de Genética de la Universidade de Vigo.

En cuanto al peligro de que esta práctica pueda abrir la puerta a los llamados "bebés diseño", los expertos se muestran cautelosos. "Esperemos que no, pero me temo que la tecnología avanza a pasos agigantados", admite Caballero. "Si la ´edición génica´ se limita a curar un posible problema tendría su valor, siempre y cuando estuviera accesible a todo el mundo y no sólo a los ricos. Es un objetivo similar al de la terapia génica (dotar a una persona de un gen funcional del que carece introduciendo células, por ejemplo de la médula, con el gen funcional). Ahora bien, llevarlo al extremo que se plantea en la película ´Gattaca´, esperemos que no", añade.

Por su parte Antonio Salas, genetista y profesor de la Universidade de Santiago, recuerda que, hasta ahora, la manipulación genética de embriones humanos estaba totalmente prohibida en la mayor parte de los países. "Sin embargo, hay que pensar que hoy en día, existen ciertos procedimientos con células germinales y embrionarias que sí están legalizados; tal es el caso de la fecundación in vitro con diagnóstico pre-implantación. Incluso, en algunos países europeos es posible actuar sobre células germinales eligiendo el sexo del hijo. Por lo tanto, digamos que no pasamos de la nada al todo, sino que se han ido relajando ciertas actuaciones en este ámbito de la investigación biomédica. Además, todas estas actuaciones están fuertemente reguladas", advierte.

A su juicio, "es importante valorar los beneficios sociales versus coste de una actuación de estas características. Cuando menos, cualquier actuación con embriones humanos tiene que estar estrictamente regulada por un comité multidisciplinar de expertos, hacer una valoración muy seria de los proyectos de investigación que se plantean, y se debe además hacer un seguimiento muy exhaustivo de cada paso en las investigaciones y sus resultados", destaca.

El objetivo inmediato, opina el genetista, sería la mejora del tratamiento de la infertilidad y un mejor conocimiento de las causas de abortos recurrentes. "Obviamente, estas investigaciones podrían conducir a un mejor entendimiento de los primeros momentos de desarrollo embrionario; hay que pensar que a menudo las investigaciones biomédicas implican ciertos sacrificios que son asumidos socialmente, como por ejemplo el uso de animales de experimentación. A cambio, la mayor parte de la sociedad usa medicamentos que permite curar o calmar muchas dolencias, así como vacunas que permiten prevenir enfermedades muy graves. Es natural que este debate surja de manera espontánea en la sociedad ya que está íntimamente relacionado con la manipulación de embriones pero hay que resaltar que en el Reino Unido no han dado autorización para implantar los embriones objeto de ensayo en personas", concluye Salas.