El Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia advierte de los peligros que puede acarrear un uso inadecuado de lentes de contacto de fantasía que muchas personas lucirán en carnavales como complemento a su disfraz. Las lentes de fantasía ofrecen la posibilidad de potenciar o cambiar el color de los ojos, y darles un aspecto de gato, de reptil, con dibujos y diseños decorativos o brillo para la oscuridad. Pero la institución que aglutina al sector alerta de que este tipo de lentes, además de cumplir a la perfección su papel estético, también pueden corregir miopía y astigmatismos leves.

Dado que la mayor parte de los disfraces requieren maquillaje, ese es otro aspecto vital que los expertos recuerdan y se debe tener en cuenta cuando se portan lentillas. Como reglas inquebrantables a la hora de usar lentes de fantasía, el Colegio de Óptico de Galicia destaca la necesidad de comprar las lentes en centros especializados con todas las garantías sanitarias. También, que es preciso lavarse las manos antes de manipular las lentes, ponerlas antes del maquillaje para evitar que puedan entrar restos y de igual forma quitar las lentillas antes de desmaquillarse.

Pero no es la única advertencia que se hace en estas fechas sobre la indumentaria de carnaval. Organizaciones de consumidores como la OCU, la Cecu o médicos consultados coinciden en aconsejar pequeños detalles a la hora de elegir el disfraz, sobre todo para los más pequeños, y que podrán ahorrar sustos a la larga.

Los disfraces para niños menores de 14 años se consideran juguetes, por lo que el etiquetado debe incluir nombre y marca del producto, datos de identificación del fabricante, importador o distribuidor, instrucciones y advertencias de uso y el marcado CE. También al comprar una máscara, es fundamental comprobar que los orificios -ojos, nariz y boca- tengan aberturas de un tamaño adecuado para evitar riesgos de asfixia. Es fundamental que sean fáciles de retirar y que el propio niño, si fuera necesario, pueda quitársela sin ayuda.

Un disfraz excesivamente caluroso o con el que niño pueda pasar frío durante la noche en que se inicia el penúltimo mes del año puede contribuir a que un niño asmático sufra un empeoramiento. Asimismo, debe mantenerse cierta precaución a la hora de exponerlo a olores fuertes como los que pueden desprender ciertos maquillajes y pinturas.

En ocasiones, podemos encontrarnos con que algunos elementos del disfraz se han elaborado con colas sintéticas de diverso tipo, quedando además cerca de la nariz o la boca, lo que puede actuar como desencadenante de una crisis en un niño asmático.

Si el niño es alérgico al látex, debe tenerse en cuenta que este material -que está presente en los objetos de goma- además de producir inflamación de la piel en la zona de contacto -dermatitis de contacto alérgica- se puede comportar como un alérgeno inhalatorio, provocando síntomas. Si el niño padece dermatitis atópica, ese hecho por sí solo supone un motivo suficiente para evitarle el contacto con irritantes o la exposición al frío y el calor -excesivos, se entiende-, e incluso deberían evitarse los materiales sintéticos en las vestimentas, optando preferiblemente por prendas de algodón que no sean muy ceñidas. Otras sustancias, además del látex, que pueden producir dermatitis de contacto alérgica en la infancia son el níquel -que puede estar presente en objetos de bisutería, relojes, botones o hebillas metálicas- y el cromo -en objetos de piel o cuero-, entre otros.

Los productos cosméticos y de maquillaje también deben ser tenidos muy en cuenta, ya que se aplican sobre el rostro y otras partes del cuerpo de los niños. Puesto que van a permanecer en contacto directo con la piel durante mucho tiempo, es importante que sean productos adquiridos en un comercio seguro, específicamente diseñados para su empleo en la piel, no tóxicos ni irritantes y, a ser posible, hipoalergénicos.