Lalín vivió ayer una edición muy especial de la Feira do Cocido, con marcadas diferencias respecto a los años anteriores. La exaltación de lo rural mediante el Premio Aldea Singular copó los actos matinales que antaño correspondían a la ceremoniosa Encomenda do Cocido. Así que, a punto de cumplir medio siglo, la Feira do Cocido miró a sus orígenes y regresó a la aldea para proyectarse hacia la ansiada declaración de fiesta de interés turístico internacional. Hasta la reivindicó el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, en su discurso oficial.

Miles de personas -50.000, según la Policía Local- se acercaron ayer al municipio dezano para disfrutar de una cita gastronómica que el alcalde, Rafael Cuiña, busca "recuperar para el pueblo", según sus propias palabras: "Recuperamos una fiesta del pueblo y para el pueblo, para disfrute de los miles de visitantes que llenan nuestras calles y que saben que nuestra gastronomía, nuestra cultura, nuestro excelente comercio, nuestra competitiva industria y, sobre todo, nuestras gentes, son referente de calidad y esfuerzo para adaptarse a los nuevos tiempos", destacó.

El regidor copresidió, junto "al primero de los gallegos" -como denominó al presidente de la Xunta-, la entrega del I Premio Aldea Singular a la parroquia de Soutolongo. El acto fue conducido por Gúmer Portas, locutor de Radio Lalín, y presentado por el polifacético creador Celso Fernández Sanmartín, que no dio un discurso, sino un "parzamique", expresión que oyó un vez a una señora en Arzúa y que se forma de la contracción de "paréceme a min que". Y comenzó, como no podía ser de otra manera, con un recuerdo al autor que visibilizó y dignificó como nadie la Galicia rural: "Eu son Balbino, un rapaz de aldea, coma quen dis, un ninguén, porque da aldea tamén é Manolito, pero a ese non hai quen lle tusa". Así resume la identidad propia el recientemente finado y pregonero in pectore Xosé Neira Vilas en su Memorias dun neno labrego, obra literaria con calle en Lalín. "Porque Galicia somos aldeas y las aldeas vuelven a estar en la encrucijada", evidenció Sanmartín con cifras: 1.614 abandonadas y más de otras tantas (1.960) a punto de estarlo. "Necesitamos comprender que pasó y que pasa para deducir que puede pasar y para actuar", señaló el presentador, que abogó por "pensar en común" para buscar soluciones. Reivindicó las fuentes primarias -agricultura, ganadería y forestal- como claves para su puesta en valor, "porque las fuentes de energía generadas en el rural ya sabemos que no son nuestras. Su supervivencia sin estas fuentes significaría convertirlas en un rural-dormitorio o en un rural-casa-rural". El poeta y contador de historias lalinense apeló al "comunitarismo" en un mundo marcado por un "minifundismo" surgido, a su vez, del "ansia de no ser esclavos".

En nombre de sus vecinos de Soutolongo, Rita Neira fue la encargada de recoger el diploma acreditativo de un galardón dotado con 15.000 euros para acometer obras de recuperación del patrimonio histórico y natural de la parroquia, como plazas, fuentes o un túmulo. Dedicó el premio a "los antepasados que construyeron su identidad y al trabajo diario" de su comunidad. Reconoció el mérito de las otras aldeas a concurso (Doade, Xaxán, A Xesta y O Corpiño) y subrayó que el mérito está en "conseguir que Soutolongo sea de verdad una aldea singular por como somos: Buena gente".

Rafael Cuiña se refirió a Lalín como "corazón" de Galicia y tuvo un "agradecimiento especial" para su predecesor, José Crespo Iglesias, "a quien el Cocido tanto le debe". Para el edil y senador pediría horas más tarde, en la comida oficial, un "aplauso especial" en reconocimiento a "su trabajo de muchos años" en favor del evento gastronómico. Cuiña arremetió contra los causantes de la crisis y se compadeció de quienes "la pagan".

El presidente de la Xunta -que obvió a Carmela Silva, presidenta de la Diputación, en su saludo a las autoridades- manifestó su deseo de que este referente imprescindible del calendario gastronómico gallego obtenga "el reconocimiento oficial internacional que se merece, porque oficiosamente ya se lo han dado muchos visitantes llegados desde los lugares más diversos".