Los celos no justifican la violencia machista. Nada la justifica. Así lo sostienen las profesionales gallegas que trabajan en el campo de los malos tratos a la mujer y así lo cree también el Tribunal Supremo, que reiteró esta semana en una sentencia que los celos no son un atenuante en los casos de violencia de género, que en lo que va de año se ha ganado ya tres víctimas mortales. La última se conoció ayer. La Policía detuvo a un hombre como supuesto asesino de la joven de 19 años cuyo cadáver fue hallado el jueves en el pantano de Alange (Badajoz). El detenido tenía antecedentes por maltrato y una orden de alejamiento.
"Quien ejerce la violencia siempre cree que lo hace por algo, que tiene razón. Siempre se justifica. Si encima la Justicia pusiera los celos como atenuante apaga y vámonos", comenta Rosa Fontaíña. La coordinadora de la Rede de Mulleres de Vigo contra os Malos Tratos asegura que sentir celos de la otra persona no hace menos grave el delito. "Si pega o mata, decir que ha sido porque estaba celoso no lo hace menos delincuente", añade.
Sin embargo, es lo que alegó el abogado defensor de un hombre condenado a 14 años de prisión por acuchillar a su exesposa en plena calle y amenazarla. El letrado apeló la sentencia de la Audiencia Provincial de Barcelona ante el Supremo alegando que no se había tenido en cuenta el atenuante de "arrebato u obcecación", a lo que el Alto Tribunal respondió que los celos no se pueden justificar como atenuante y que, por el contrario, tenerlos en cuenta como eximente privilegiarían "injustificadas reacciones coléricas" que son "expresivas de un espíritu de dominación". "No puede aceptarse como digna de protección una conducta que no hace sino perpetuar una desigualdad de género", añade el fallo.
"Los celos no deben servir nunca de atenuante. La violencia de género es un delito grave y con un elevadísimo coste humano, porque no solo estamos hablando de las víctimas mortales, sino también de sus familias: de los hijos y ahora también de los mayores, que viven con la víctima", recuerda Nuria Pereira, directora del Instituto Europeo Campus Stellae, centro especializado en violencia y maltrato y que imparte un máster en violencia de género. Para esta especialista en Medicina Legal y Criminología por la Universidad de Santiago de Compostela, no hay nada que justifique la violencia. "Lo realmente sorprendente es que alguien aporte los celos como atenuante de un crimen tan horrendo", añade Pereira, que alerta de la perpetuación de los modelos machistas a través de determinados contenidos televisivos.
"Hay programa de televisión que insisten tratar a la mujer como un mero objeto sexual, sin tener en cuenta el resto de sus cualidades. Esto es un caldo de cultivo peligroso para volver a ese control del hombre sobre la mujer", alerta.
La coordinadora del único Centro Xove de Galicia, en A Coruña, Marisol Insua, ratifica este retroceso en el trato en igualdad entre los jóvenes. Su trato con ellos, tanto en el centro de planificación familiar como en el aula, donde imparte charlas divulgativas, le ha revelado que los chicos continúan perpetuando patrones machistas como vincular el control y los celos a la idea de amor. "Las chicas dicen que si su novio no es celoso es que no las quiere. Esto nos parece tan preocupante que estamos centrando nuestro trabajo en desarrollar sus habilidades para controlar cuestiones como los celos, el control y la autoestima", explica.
En su opinión, estamos asistiendo a un retroceso "horroroso" en las relaciones en igualdad debido a los mensajes que los chavales reciben constantemente. "Los celos se ven como algo positivo porque se fomentan películas, lecturas y videojuegos que venden un modelo de pareja en el que el hombre tiene el rol dominante y relega a la mujer a servirle", explica esta pedagoga.
Para Insua, la solución a la violencia de género pasa por romper con los clichés machistas, destinar más recursos a las víctimas y publicitar los medios a disposición de las víctimas de forma permanente y no solo cuando hay una nueva víctima de violencia de género. "Las campañas de información deben ser permanentes, que los recursos para las víctimas aparezcan constantemente en televisión, en la calle, en las redes sociales, hasta que nos los sepamos de memoria porque el problema es que la víctima no tiene recursos y los que hay tampoco los conoce", asegura.
Para las mujeres que trabajan con víctimas de violencia de género, los recortes en políticas en favor de la igualdad y en los programas para la prevención de la violencia machista no contribuyen a atajar esta lacra social. Todo lo contrario. "Es fácil decir a una víctima que abandone al agresor, pero para tomar esa decisión tiene que saber que tiene recursos para vivir, ella y muchas veces sus hijos porque sale de casa ¿y dónde va?, ¿qué hace con sus hijos?", se pregunta Rosa Fontaíña, que reconoce que las tres víctimas mortales registradas en Vigo el pasado año han disparado las llamadas de auxilio a la Rede. "Estas muertes han despertado el miedo de las mujeres maltratadas", afirma.
Según los datos facilitados ayer por el Ministerio de Sanidad, en 2015 un total de 56 mujeres fueron asesinadas por sus parejas o exparejas, aunque Fontaíña eleva esta cifra hasta 114. "Desde el Gobierno se intenta minimizar lo máximo posible el problema, pero las prostitutas fallecidas a manos de hombres, esa madre maltratada por su hijo y que acabó asesinada, los niños... también son víctimas de violencia de género aunque no se contabilicen como tales", denuncia.
NURIA PEREIRA - Directora de Campus Stellae
"La violencia de género es un delito grave con un alto coste humano"
ROSA FONTAÍÑA - Coordinadora de la Rede de Mulleres
"Pegar o matar por celos no hace que su autor sea menos delincuente"
MARISOL INSUA - Directora del Centro Xove
"Hay chicas que dicen que si su novio no es celoso es que no las quiere"
