Lluvias torrenciales, fuertes vientos, nieve y olas de altura. Los fenómenos meteorológicos adversos parecen haberse conjurado para que Galicia viva un inicio de año "horribilis". Sin embargo, los meteorólogos gallegos no consideran anómala esta situación, aunque sí reconocen que se trata de un episodio muy agudo, que está dando pocos respiros y que hacía años que no se producía.

Las lluvias provocaron ayer el desbordamiento de los ríos Umia y Agra a su paso por los municipios de Caldas y Barro, mientras que las flotas permanecen amarradas. La previsión de las cofradías es que hasta el lunes no puedan salir a faenar. Asimismo, ocasionó cerca de 195 incidencias, la mayor parte en Pontevedra, donde la lluvia no dio tregua, con precipitaciones acumuladas que superaron los 174.6 litros por metro cuadrado en Cuntis. Y no fue el único punto de la provincia que sobrepasó los 100 litros por metro cuadrado: Forcarei llegó a los 108.

Hoy la lluvia dará un respiro, aunque será muy breve. "Se espera una ligera mejoría a partir de mediodía, pero el sábado y domingo el panorama será muy parecido, con fuertes vientos del sur y lluvias persistentes e intensas", explica el técnico de Meteogalicia Juan Taboada. Las previsiones apuntan a que los vientos podrán alcanzar los 120 kilómetros por hora.

Para los meteorólogos, sin embargo, esta sucesión de temporales no es algo excepcional en los inviernos en Galicia, aunque sí reconocen que hacía años que no se daban de forma tan intensa y sostenida en el tiempo. "Hemos tenido episodios de temporales enlazados otros años, lo que sucede es que los últimos inviernos han sido bastante tranquilos en el sentido de que ha habido pocos temporales de viento y lluvia", explica Francisco Infante, delegado de Aemet en Galicia. En este sentido, Martín Barreiro, meteorólogo gallego de TVE, añade: "Extraño era el tiempo seco y cálido que estaba habiendo antes. Este fenómeno no es anómalo, aunque sí está siendo bastante recurrente, con poca o ninguna tregua entre uno y otro temporal".

Las fuertes borrascas continuarán sucediéndose al menos hasta el día 15, según los meteorólogos, sin apenas momentos de calma. La razón de que estas borrascas sean tan profundas es la intensificación del chorro polar y el desplazamiento hacia el sur del anticiclón que protegía Galicia. Y aunque hay quien apunta al Niño como culpable, los meteorólogos gallegos lo descartan. "Aunque puede estar detrás de cualquier fenómeno porque mueve toda la circulación atmosférica, sus efectos en Europa no están demasiado probados", explica Taboada, que añade que esta invernada nos ha pillado por sorpresa después de un otoño benévolo.