La mujer española debió esperar a la II República para que se debatieran sus derechos como ciudadana. En este agrio debate sobresalió la figura de Clara Campoamor, diputada del Partido Radical y abogada, enfrentada a Victoria Kent de Izquierda Republicana, a propósito del sufragio para la mujer. Campoamor es clave en la lucha por el derecho a voto de las mujeres en España. También Carmen de Burgos, que en los años 20 del siglo XX creó una asociación que pidió el voto.

La diputada Victoria Kent, con motivo de las discusiones para conseguir el sufragio femenino se posicionó en contra de otorgar de forma inmediata el voto a las mujeres. A pesar de pertenecer a un partido más progresista, su opinión era que la mujer española carecía en aquel momento de la suficiente preparación social y política como para votar responsablemente y que, por influencia de la Iglesia y su marido, su voto sería conservador, lo que perjudicaría a los partidos de izquierdas. "Por el bien de la República", votó en contra. Y sostuvo una polémica al respecto con Clara Campoamor en las Cortes. Esa postura le acarreó cierta impopularidad, no obteniendo acta de diputada en las elecciones del 19 de noviembre de 1933. "Fue una lectura que creo que iba a la línea de flotación de sus propios principios y que hay que entender en la pragmática política que Kent defendía, pero creo que tenía mucho más alcance y coherencia universal reconocer el derecho del sufragio universal", reflexiona la politóloga Marta Lois.