El brote de legionella que se detectó el pasado 11 de diciembre en Manzanares (Ciudad Real) ha contagiado a día de ayer a 220 personas -10 más que el sábado- de las cuales 32 están ingresadas, cinco de ellas en unidades de cuidados intensivos. Según el último parte facilitado por la Consejería de Sanidad, de los 32 hospitalizados, tres se encuentran en la UCI del Hospital General de Ciudad Real y dos en la del Hospital Mancha-Centro de Alcázar de San Juan, mientras que los 27 restantes reciben atención en el Hospital de Manzanares.

El brote se ha cobrado la vida de dos personas, dos varones de 73 y 84 años con diversas patologías asociadas. Se siguen barajando como posibles focos de contagio una fuente ornamental cercana a la estación de autobuses y una torre de refrigeración.