Un tribunal neozelandés autorizó la extradición del fundador del portal Megaupload, Kim Dotcom, a Estados Unidos para ser juzgado por presunta piratería informática, una decisión apelada por la defensa.

"Se ha presentado la apelación" en el Tribunal Superior de Nueva Zelanda, dijo Ron Mansfield, abogado de Dotcom, horas después de conocerse el fallo contra el informático alemán y sus tres exsocios Mathias Ortmann, Finn Batato y Bram van der Kolk.

En el fallo de 271 páginas obtenido, el juez Nevin Dawson consideró que la "abrumadora" cantidad de pruebas apuntan a la existencia de indicios razonables para que los acusados deban responder en Estados Unidos a "trece delitos" vinculados con piratería informática, crimen organizado y lavado de dinero.

El juez, que no debía decidir sobre la culpabilidad de los acusados, mantuvo la libertad condicional que gozan los cuatro desde febrero de 2012, aunque deberán personarse dos veces por semana ante la policía.

Según Mansfield, el juez Dawson se "equivocó legalmente" al analizar las leyes estadounidenses, en relación a los derechos de autor y los servidores de internet. El abogado defensor no descartó que la batalla por la extradición vaya incluso hasta el Tribunal Supremo del país, lo que había sugerido antes por un "decepcionado" Dotcom.

"Lo que quiero decir es que no es la última palabra en el asunto. Hemos presentado una apelación. Estoy todavía en libertad condicional y afrontaré todo el proceso hasta el final", manifestó Dotcom a los periodistas que lo esperaban a la salida de la sala judicial en la ciudad de Auckland.

La decisión de la extradición recae, en última instancia, en la ministra de Justicia, Amy Adams, pero ésta ya ha dicho que no se pronunciará hasta que se agoten todas las vías judiciales. "No he comenzado a pensar en ello", aseguró Adams al enfatizar que "esa decisión no surgirá hasta la conclusión de cualquier apelación legal por parte de las personas elegibles de ser extraditadas".

Un largo proceso

Todo el mecanismo para extraditar a Dotcom y sus exsocios, que de ser hallados culpables en Estados Unidos afrontan décadas de encarcelamiento, puede durar meses o años.

El fallo se da tras casi cuatro años de una complicada batalla legal que comenzó en enero de 2012 con la detención de Dotcom y sus tres exsocios en la mansión que alquilaba el empresario alemán a las afueras de Auckland como parte de un operativo de la Oficina Federal de Investigaciones de Estados Unidos.

Desde su detención en 2012 en Nueva Zelanda, el excéntrico empresario informático Kim Dotcom está atrapado en un laberinto legal de extradición a Estados Unidos por presunta piratería informática.

El fundador del clausurado portal de almacenamiento y descargas Megaupload nació como Kim Schmitz el 21 de enero de 1974 en la ciudad alemana de Kiel, entonces en la Alemania Oriental, y también tiene por el lado materno la nacionalidad finlandesa.

El informático, de dos metros metros de estatura y más de 130 kilos de peso, cambió el apellido a Dotcom en 2005 en honor a la tecnología que le había ayudado a amasar una fortuna y llevar una vida de lujo, mansiones y coches deportivos en Hong Kong o Nueva Zelanda, donde adquirió la residencia en 2010.

Dotcom también utilizó en el pasado seudónimos como Kim Jim Vestor o Kimble, en honor al personaje televisivo Richard Kimble de la serie "El fugitivo", nombre con el que aparentemente entró en su adolescencia a los portales de la NASA, el Pentágono y Citibank. Este empresario emprendedor carece de estudios universitarios pero estuvo detrás de diversos proyectos como la quebrada compañía de seguridad informática DataProtect. Su nombre saltó a las portadas de los periódicos en enero de 2012 cuando fue detenido junto con tres de sus entonces socios en la mansión que tenían alquilada en las afueras de la ciudad neozelandesa de Auckland.

El juicio comenzó a finales de septiembre tras una decena de aplazamientos y se alargó durante diez semanas, seis más de lo previsto, en parte por la petición de la defensa de suspender el proceso por considerar que no era justo.