"No podemos ir de sobrados pero tampoco con complejos. Con la variedad albariño, podemos elaborar espumosos de la misma calidad que tienen los franceses desde el punto de vista científico y técnico", defiende Lázaro Moreno, gerente de Vilarvin, una de las doce bodegas gallegas que actualmente dispone de autorización de un consejo regulador -en este caso, Rías Baixas- para comercializar un espumoso.
Este tipo de bebidas 'achampanadas' realizadas en Galicia no solo se consumen en la comunidad sino en otras autonomías como Madrid, la zona del Levante, Cornisa cantábrica, La Rioja, las Islas Baleares e incluso Cataluña, como es el caso del Valtea que en estos días acaba de sacar su Cuvée Especial Reserva, que se suma al Valtea Brut Nature que lleva más tiempo en el mercado. "La exportación va muy bien en Suiza y Reino Unido; va bien en Centroeuropa y estamos empezando a introducirlo en Estados Unidos", añade Moreno.
Las doce bodegas gallegas certificadas por consejos reguladores se reparten en diez de Rías Baixas -con otras tres preparándose- y 2 de Valdeorras; mientras que en O Ribeiro se ha iniciado el proceso y se está pendiente de una certificación del Gobierno central, según los datos aportados por Luís Padín, autor de la Guía de Vinos, Destilados y bodegas de Galicia para 2016.
"La tendencia es que cada vez se unan más bodegas a esta elaboración y se aumente la producción que este 2015 supera los 80.000 litros verificados en la Denominación Rías Baixas frente a los 40.000 del pasado y los 70.000 del anterior", explica Agustín Lago, director técnico de Rías Baixas quien recuerda la salida de sus primeros espumosos en las navidades de 2012.
En todo el territorio gallego, Luis Padín -que en verano hizo una cata de todos los espumosos gallegos en venta hasta ese momento- estima que este año la producción de espumosos gallegos se venderá en 24 marcas con más de 150.000 botellas. "Las marcas certificadas por Rías Baixas ponen a la venta 80.000 pero hay otras bodegas que no están amparadas por el consejo regulador y que están haciendo espumosos por lo que hay que tenerlas en cuenta. En O Ribeiro, están pendientes de una certificación del Ministerio pero eso no quiere decir que haya bodegas que produzcan espumoso no amparado por la denominación de origen".
Valdeorras en burbujas
En el caso de Valdeorras, dos son las bodegas certificadas: Roandi y Fraga Moura. La primera vende en el mercado su Brinde de Roandi obtenido de godello (100%) así como el rosado Brinde de Rosas (albarello, sousón y mencía). Ambos, bruts, tras una crianza de nueve meses. Por su parte, Fraga Moura ha puesto a la venta Chris (blanco, 100% godello) y Tina (un rosado monovarietal de sousón).
"Este año -explica la enóloga y propietaria de la bodega Cristina Murga, sólo hemos puesto a la venta unas 3.000 botellas con la producción de 2013 que ha pasado nueve meses en la cueva y un año en botella. La de 2016, llevará dos años en la cueva. El año que viene, venderemos unas 14.000. Este año lo que vamos a hacer es dejarlas en una crianza más prolongada en la cueva de piedra natural que tenemos. Somos la única bodega de Galicia que tiene una cueva natural de piedra y también somos la única bodega de Galicia que hace solo espumosos. Lo hacemos por el método tradicional, champanoise. Otros, como el Lambrusco, le añaden gas. Pero nosotros hacemos dos fermentaciones donde se produce el gas con la combinación de azúcar y bacterias".
En su caso, todavía están "sembrando" para recoger en un futuro en el extranjero. Actualmente, su espumoso se vende en Galicia, así como en Levante y Madrid y algo en Asturias.
Desde la Denominación de Orixe Rías Baixas, Agustín Lago apunta que "la comercialización de espumosos va bien. Los reyes en España son los productores de cava. No buscamos competencia sino nuestra parte en la venta de estos productos cuyos costes de producción son más elevados porque la uva es más cara". "Un kilo de uva para cava se pagó entorno a 40 céntimos. Un kilo de uva gallega para espumosos en Rías Baixas o Valdeorras está alrededor de un euro", detalla Padín.
Alto precio y calidad
De ahí, que los espumosos gallegos se coticen en el segmento de los caros. "Este verano, en San Sebastián hubo una exposición de productos gourmet; había productores franceses de champán que sabían que Galicia hacía espumoso de albariño. Ya conocían el alto potencial del albariño para elaborar espumosos porque es una uva con un alto potencial aromático. Los franceses reconocen que el albariño es una variedad óptima para elaborar espumosos de alta calidad", subraya el gerente de la marca Valtea, cosechada en Crecente.
A la hora de acertar con el espumoso ideal, Padín advierte de que la elaboración de los espumosos gallegos es exactamente igual a las del cava y el champán; lo que varían son las características por tener una climatología y variedades diferentes.
No obstante, Padín recalca que las características naturales de variedades gallegas como el albariño -una acidez muy alta- permiten hacer espumosos de calidad. Otra cosa es la segunda parte de la preparación del espumoso, la que se realiza en reposo. "Los grandes cavas y champán tienen por encima de los 36 meses de crianza. Y nosotros en esa lucha aún no estamos", apuntó.
Consejos para la compra
1. Brut, siempre. Entre sus consejos para comprar un espumoso, indicó Padín que "la calidad en todos los espumosos se encuentra en los brut nature, extra Brut y Brut (según la presencia de azúcar). Los dulces y demás no tienen calidad. También importa ver cuánto tiempo permaneció en bodega antes de ponerle el tapón de salida".
2. Nunca como postre. "Los espumosos se deben tomar de aperitivo o para comer", defiende.
3. Copa estrecha. "Por mucho que digan los sumilleres de foulard, mejor es una copa de flauta o tulipa porque la ciencia demuestra que cuando aumentas la superficie en la base de la copa generas unas turbulencias, pierde la burbuja y los aromas".
4. Mejor, blanco. "No hay tinto espumoso de calidad, ni siquiera los rosados porque con presencia de taninos la burbuja se hace agresiva en boca", asegura.
