El juego ha recibido una clasificación preliminar de "Adults Only" (sólo para adultos) en Estados Unidos, la más restrictiva del Consejo de Clasificación del Software de Entretenimiento (ESRB, por sus siglas en inglés).

Esto supone que los principales tiendas, como la gran superficie Wal-Mart, no lo venderán.

Mientras tanto Sony y Nintendo, los fabricantes de las consolas donde el título iba a poder instalarse a partir del 10 de julio, señalaron que vetarán el paso al juego si se mantiene esta clasificación.

El fabricante, Rockstar Games, marca que pertenece a Take-Two Interactive Software -que también fabrica el controvertido Grand Theft Auto- puede apelar la decisión de la ESRB o modificar el contenido ofensivo.

Gran Bretaña, Irlanda e Italia ya han prohibido un título en el que el jugador se escapa de un psiquiátrico y debe matar a quienes aconsejaron su ingreso en el centro de las maneras más grotescas.

Mientras tanto, el presidente de Take-Two, Strauss Zelnick, mostró su "completo apoyo" al título y dijo que los padres y consumidores deberían tomar sus propias decisiones una vez que tengan información sobre el producto.

"El equipo de Rockstar tiene un juego que encaja perfectamente con el género de horror tal y como estaba planeado", dijo Zelnick en un comunicado.

"Trae una única y singular cualidad cinematográfica del entretenimiento interactivo, y es una aceptable pieza de arte", señaló el presidente de la compañía.