Sus tíos descubrieron la enorme fuerza de Jin, que vive en el pueblo de Shangqiu, en la provincia central china de Henan, un día que los visitó en su casa y levantó 12 ladrillos casi sin inmutarse.

Como si se tratara de una competición de halterofilia, los tíos del niño decidieron probar su fuerza con pesos cada vez más grandes (30, 35, 40 y finalmente 50 kilos), y comprobaron que Jin podía fácilmente con todos ellos.

Jin Fengfu, padre del pequeño, asegura que su hijo come lo mismo que todos los niños de su edad, "sólo un poquito más de lo normal, pero sin ser un glotón", y nunca entre horas.

Una pediatra del pueblo donde vive Jin, del que hoy se publican fotos levantando dos pesados sacos, aseguró que los niños de su edad pueden levantar, como mucho, cinco kilos, por lo que calificó al chico de un auténtico "súper héroe".

Jin pasa a engrosar la lista de niños chinos con especiales habilidades físicas que los medios locales ya han mencionado con anterioridad, como Xu, que mató a 443 pollos en un pueblo de Jiangsu (este del país) con cuatro años, y Lu Di, que con seis era capaz de hacer 30 flexiones en 10 segundos y más de 10.000 en unas tres horas.