"Un siglo de Caylus", que permanecerá abierta hasta el 6 julio conmemora el vigésimo aniversario de esta galería madrileña especializada en arte antiguo, y toma como leit motiv la etapa en la que vivió el Conde de Caylus, arqueólogo, anticuario y coleccionista francés, del que toma nombre la galería, según explicó hoy en Madrid durante la presentación de la muestra Jose Antonio de Urbina, director de la misma.

Así, la exposición abarca desde el tardío barroco madrileño, con los cobres "San Rafael y El ángel de la Guarda", y "San Miguel y San Gabriel" de Juan Vicente de Ribera, hasta el neoclasicismo de José de Madrazo con el espectacular cuadro "El amor encadenado por las ninfas".

Uno de los cuadros estrellas de la muestra es "La letra con sangre entra", una obra de Goya de pequeño formato que plasma una escena costumbrista en una escuela y que data de 1777-85, momento en el que el famoso artista acababa de ingresar como pintor de la Corte y mantenía su trabajo en la Real Fábrica de Tapices.

Hasta ahora el cuadro había pertenecido a colecciones privadas por lo que, al igual que muchos otros de "Un siglo de Caylus", esta es la primera vez que se exhibe al público.

Entre los artistas locales cabe destacar dos óvalos del madrileño Luis Paret y Alcázar tituladas "Alegoría de Castilla" y "Alegoría de León", pintadas con motivo de la coronación de Carlos IV, así como un retrato de Fernando VII vestido de paisano, firmado por el valenciano Vicente López, del que se exponen otras tres obras .

La gran influencia italiana del siglo XVIII también se refleja en la muestra, que incluye obras de dos representantes de la familia Tiepolo, que ingresaron en la corte en 1762 para realizar los frescos del Palacio de Oriente, y de los que se han incluido dos pasteles costumbristas de Lorenzo, el hermano menor; así como un retrato del perro de la infanta María Josefa de Borbón, de Giovanni Batista, el padre.

También destacan un gran retrato de Carlos III firmado por Anton Raphel Mengs, autor cuya obra tuvo gran influencia desde la segunda mitad del siglo XVIII hasta la primera del XIX, o el cuadro "Venus y Cupido", de Corrado Giaquinto.

Este medio centenar de obras también adjunta una importante representación de la Escuela de las Flores de Valencia con cuadros con motivos florales de Benito Espinós, Miguel Parra y Juan Bautista Romero.