La responsable de la Subdirección de Arqueología Subacuática del INAH, Pilar Luna, dijo a la prensa que esta solicitud se basa en que los barcos de la armada española realizaban recorridos por el Canal de la Mancha.

Luna recordó que la empresa "cazatesoros" no ha querido divulgar el lugar donde localizó la carga de 500.000 monedas de oro y plata, valorada en unos 373 millones de euros.

La empresa estadounidense dijo que el hallazgo tuvo lugar en aguas del Atlántico, fuera del territorio de cualquier nación, y que su recuperación fue conforme a las leyes.

El tesoro rescatado en la operación "Black Swan" comprende 150 toneladas de monedas de plata y oro, unas 500.000 piezas, de un valor de 500 millones de dólares (373 de euros), en lo que puede ser el más rico resto arqueológico submarino descubierto hasta ahora.

La arqueóloga mencionó que tanto España como Inglaterra tienen derecho a litigar por el tesoro y se manifestó en contra de las empresas que están interesadas únicamente en el valor económico de los hallazgos y no en la información que estos puedan aportar.

Según la arqueóloga, Odyssey solicitó el año pasado al gobierno mexicano permiso para adentrarse en sus aguas en busca de tres navíos, pero no se le concedió la autorización.

La experta explicó que la empresa presentó "supuestos proyectos de investigación" para localizar el barco insignia "Nuestra Señora del Juncal", de una flota salida de Cádiz en 1630, que naufragó en el Golfo de México a causa de una tormenta en el viaje de regreso.

Los otros dos navíos son el "Golden Gate" y el "San Francisco" que se hundieron en la época de la fiebre del oro frente a las costas de Colima (oeste de México).

Luna dijo que estos tres barcos son considerados por los "cazatesoros" como los de mayor riqueza.

Sobre las labores que hace el INAH por localizarlos dijo que actualmente sólo trabajan para encontrar el navío "Nuestra Señora del Juncal", pero es un proceso muy lento.