Benedicto XVI y Putin también hablaron de la intolerancia y el extremismo, según un comunicado hecho público por el Vaticano al término de la audiencia.

Putin llegó al Vaticano a media tarde, poco después de llegar a Roma. En su tercera visita a la Santa Sede (estuvo en 2000 y 2003, durante el papado de Juan Pablo II) y la primera del pontificado de Benedicto XVI estuvo acompañado por un séquito de catorce personas, entre ellas el ministro de Exteriores, Sergei Lavrov.

La audiencia se celebró en alemán, que conoce Putin. Al término de la misma, el presidente ruso regaló al Papa un icono de San Nicolas, patrón de todas las Rusias.

Putin también saludó al secretario de estado vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone, y al ministro de exteriores de la Santa Sede, el arzobispo Dominique Mamberti.

La visita al Vaticano duró poco más de una hora y, tras la misma, Putin se reunió con el primer ministro italiano, Romano Prodi, con quien mañana presidirán en la sureña Bari (500 kilómetros al sur de Roma) una cumbre ítalo-rusa.