Lombardero, que debutó en 1996 con "En brazos de la mujer madura", regresa ahora con una historia de personajes claroscuros que se ambienta en torno a un club de jazz y que parte de hechos reales.

La idea surgió cuando Lombardero leyó "la necrológica de una cantante que actuó en un club de Barcelona y que, siendo una mujer admirada, tuvo una vida triste por estar enamorada de un tipo que le dio mala vida, y estuvo involucrada en un crimen sin comerlo ni beberlo", explicó en rueda de prensa.

El director, que también ha escrito el guión junto a Ignacio del Moral, conoció esta historia cuando se documentaba para otra película que finalmente no salió adelante y que también abordaba el mundo del jazz, "que es estéticamente muy agradecido", dijo Lombardero.

El reparto está compuesto por Flora Martínez, Rubén Ochandiano, Nancho Novo, José Coronado, Caroline Henderson, Andrés Gertrúdix, Raynald Colom y Horacio Fumero.

Al elegir a los intérpretes pensaba "que el reparto debía de ser de actores poco conocidos, jóvenes, que no fueran reconocidos", aunque ello "se compensa con José Coronado, que aporta su solvencia, su nombre y su credibilidad, y que desde el momento en el que aparece es lo inquietante que debe ser".

El resultado debía ser "una historia de personajes que tuvieran vida y fueran creíbles", según Lombardero, que cree que todos estos personajes "están fascinados por lo siniestro, y lo peligroso les atrae".

La actriz colombiana-canadiense Flora Martínez, conocida en España a raíz de su trabajo en "Rosario Tijeras", cree que sus papeles en ambas películas "tienen en común que las dos fueron abusadas de pequeñas, y eso las marca como mujer", pero en "Tuya siempre" su personaje sigue "buscando el amor y sigue habiendo algo puro en ella".

Por su parte, Coronado no teme el encasillamiento tras este nuevo trabajo, y sostiene que "si te encasillan es porque has hecho cosas que han llegado al público y han gustado".

Mientras, "Los ojos de Ariana" narra la lucha por salvar del fuego el archivo de la Filmoteca Nacional de Afganistán cuando los talibanes llegan al poder.

La cinta, dirigida por Ricardo Macián, muestra la labor de nueve trabajadores de Afghan Films, aun a riesgo de sus vidas, para preservar la memoria fílmica de su país frente a unos gobernantes que llegaron a prohibir incluso disfrutar del canto de los pájaros.

Macián conoció esta historia en 2001, cuando trabajó durante cinco meses como corresponsal de la Televisión Valenciana en Afganistán, hizo una noticia de un minuto y medio sobre la quema de películas y trabó amistad con los trabajadores de la filmoteca.

A partir de ese momento se comprometió con ellos "a contar esta historia heroica", señaló en rueda de prensa Macián, que considera que se han producido hechos similares en todos los conflictos, también en la Guerra Civil española con los cuadros del Museo del Prado, porque "el poder siempre ha estado contra la cultura".

El rodaje en Afganistán fue difícil, ya que se trata de un país "difícil, y más para los extranjeros", por lo que sus contactos les indicaban qué días debían abstenerse de rodar por ser peligroso.

Ahora espera que las distribuidoras se interesen por la cinta "y que la gente la vea, no sólo por una cuestión económica, sino por mostrar los esfuerzos de estas personas".