El cometa Tempel 1, al cual la sonda "Deep Impact" disparará dentro de una semana un proyectil de 370 kilogramos, ha emitido un espectacular chorro de gas y polvo, según nuevas imágenes difundidas ayer por la NASA.

El 4 de julio los científicos intentarán cazar al cometa helado, a unos 136 millones de kilómetros de la Tierra, con un proyectil disparado desde la sonda, lanzada desde el Centro Espacial Kennedy el 12 de enero pasado.

Los científicos del Laboratorio de Propulsión de la NASA creen que el impacto proveerá información valiosa sobre el núcleo y la estela del cometa. El objetivo es que los materiales que se desprendan del cometa permitan ofrecer datos sobre la gran explosión que los astrónomos creen ocurrió en el comienzo del Universo.

Las imágenes más recientes de Tempel 1, captadas el 14 de junio por el telescopio espacial "Hubble", muestran un abanico de gas y polvo que se levanta de la superficie del cometa, y que no aparecían en fotos tomadas pocas horas antes.

Este tipo de emanaciones son normales en los cometas y provienen probablemente de grietas en la superficie que permiten la salida del material más volátil del interior del cuerpo.

Los científicos esperan causar precisamente una de tales erupciones, aunque de mayor escala, con la "bala" reforzada de cobre disparada desde unos 805.000 kilómetros de distancia sobre el cometa de menos de 6,5 kilómetros de diámetro que se traslada a más de 37.000 kilómetros por hora.

Las fotos desde el "Hubble" indican que Tempel 1, al igual que muchos cometas, puede emitir chorros de material de su núcleo. En el caso del incidente fotografiado hace dos semanas, probablemente la erupción se debió al calentamiento por el Sol.

La NASA ha indicado que la colisión podrá verse desde la Tierra con telescopios comunes.