El Juzgado de Instrucción 4 de Granada decidió procesar al padre Román, líder de un grupo de sacerdotes diocesanos y dos seglares, ante los "indicios racionales" de delitos de abuso sexual y prevalimiento al joven de 25 años que lo denunció en 2014 por unos hechos ocurridos supuestamente cuando éste era menor. En el auto de procesamiento, contra el que caben recursos de reforma y apelación, el juez Antonio Moreno, que recuerda que estos delitos están castigados con penas de prisión de cuatro a diez años, fija además en 50.000 euros la fianza que deberá consignar este cura por posible responsabilidad civil.

Aunque la causa, sobre la que llegó a pronunciarse el papa Francisco, llegó a contar con doce imputados, diez curas y dos laicos, de los que cuatro fueron detenidos, la Audiencia declaró prescritos los delitos atribuidos a once de ellos por lo que actualmente sólo continúa procesado el padre Román.