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Conmoción en la literatura gallega

Un corazón transgresor, una voz única

- El mundo de la cultura gallega ensalza a Oroza como un grandísimo poeta y recitador - "Activista" de la poesía, encarna a un artista coherente, honesto e inclasificable

Un corazón transgresor, una voz única

Grandísimo poeta y sobresaliente recitador; inclasificable, transgresor, libre, coherente y honesto. Estos son algunos de los calificativos que el mundo de la cultura gallega dedicó ayer al poeta Carlos Oroza, fallecido el pasado sábado en Vigo. También el alcalde de la ciudad que tanto amó Oroza, Vigo, se refirió al poeta finado como uno de los grandes de las letras castellanas. "Murió un gran poeta de Europa, que hacía su poesía desde la calle de Vigo", afirmaba Abel Caballero.

El presidente de la Real Academia Galega (RAG) destacó la talla de Carlos Oroza. "Fue la voz más original de la poesía en castellano de las últimas siete décadas, y esa originalidad era clara cuando la defendía recitando sus versos", manifestó Xesús Montero Alonso.

"Es una persona que trasciende; un personaje irrepetible", asegura el director de la editorial Elvira, Xabier Romero, que mantuvo una relación de amistad con Oroza en los últimos años en Vigo. Defiende que su poesía siempre está cargada de mensaje. "Es el poeta oral. Su poesía era un viaje. Toda su poesía no era más que una sola que iba recorriendo su vida en diferentes etapas. Ese era Oroza". Es muy difícil de definir, para Romero, porque por un lado está el poeta y por otro, el amigo. "A veces fue poco comprendido por el entorno", añade. "Su poesía es inmortal y va a quedar ahí para la historia".

"Muy triste. Hoy las noticias informan de la muerte de Carlos Oroza. Es difícil expresar lo que sentimos muchos en este momento en que, no por aguardada la noticia, nos vemos sorprendidos por el acontecimiento. Marchó ayer, discreto, como siempre fue. Nos queda su sonrisa", escribió Francisco Castro en su perfil de Facebook. El escritor vigués, que participó en el último homenaje que se le hizo en vida a Oroza, en enero de 2014, aseguró a FARO que con su muerte se ha ido "el poeta más grande que había sobre la superficie de la tierra". "Era, además, un activista de la poesía, una persona muy inteligente, que siempre rompió moldes", aseguró. Castro conoció al "poeta maldito" en uno de sus recitales en Vigo y a partir de entonces, compartieron muchas conversaciones. "Era el poeta de la oralidad y un gran conversador, pero sobre todo fue el poeta que agitó Vigo con su voz poderosa", añadió.

El escritor y crítico Román Raña declaró que se ha ido "el mejor recitador que ha conocido este país en el último siglo". En su opinión, la poesía de Oroza es única porque es incalificable. "No se puede encajar ni encasillar en un concepto. En parte por su propia existencia. Él vivió al margen y su poesía también. Fue siempre coherente con su vida y con su poesía. Oroza vivía en poesía", manifestó el escritor vigués.

El artista Nelson Villalobos, que conoció y promovió la publicación de último libro de Oroza, "Évame", aseguró: "Oroza fue ese amigo, ese palo del norte que cantó para siempre. El que tomó el sol, el que dio los paseos y escribió unos poemitas que tengo en el oído como el canto más libre que me persiguen como una presencia única y permanente". "Me alegra haber recopilado para las generaciones futuras toda su obra en el libro "Évame". Celebro estar en el acontecimiento 'orociano' y quiero recordarle con su primer verso que decía: Soñar en las esquinas es estar regresando siempre para nada", aseguró el pintor. "Para mí Oroza no ha muerto, yo pienso que es ahora cuando va a empezar a vivir. Esa segunda vida, la de su obra", resumió Villalobos.

Coincide Xabier Romero en que "haberlo tratado estos últimos años ha sido un regalo que me dio la vida". Y en que Oroza se sentía gallego a pesar de no haber escrito en gallego".

"Fue un hombre muy especial, difícil de catalogar, que intentaba hacer de la poesía algo más que recitales. Él creía en la poesía oral y por eso su obra impresa no es extensa. Su poesía era para ser escuchada, era una poesía para los sentidos", manifestó el escritor y poeta Antonio García Teijeiro, que desatacó también el aspecto crítico de su obra. "Era una poesía muy crítica y nunca se sumó a las corrientes. Fue siempre muy consecuente. Creo que su obra no está valorada como se merece", afirmó.

El escritor Xosé Luis Méndez Ferrín, que coincidió con el poeta en el café Gijón de Madrid en los años 60 valora su vis literaria: "Es un poeta muy concentrado, de obra no extensa, pero en el que cada una de las palabras tiene un peso. Y la ligazón de todas sus frases tiene un peso comunicativo esencial".

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