Los editores Manuel Bragado y Bieito Ledo lamentaron ayer la pérdida de Carlos Oroza, que destacaron como una de las mayores figuras de la poesía contemporánea. "Es una pérdida tremenda para la ciudad de Vigo, un poeta mayor, irrepetible", señala Bragado, que resaltó la personalidad del autor y su actitud ética y moral ante la sociedad. "Nunca se doblegó ante nada, durante sus últimas cuatro décadas en las que vivió en Vigo siempre actuó conforme a su convicción moral", indica, y recuerda una de sus frases que resumen su actitud ante la vida: "Siempre decía que decidió perder para poder ganar, y esas palabras muestran cómo era... Una persona sencilla, humilde y con una enorme convicción moral.
Entre su obra, Bragado considera esencial su libro "Évame", "una obra maestra que estuvo corrigiendo hasta la extenución a lo largo de toda su vida".
Por su parte, Bieito Ledo le define como un "poeta rebelde, inconforme, con un estilo propio, libre, con una capacidad innata para crear y con una maestría y elegancia para recitar que cautivaba a todo el mundo. Tenía una impresionante capacidad para conectar con todo tipo de público, y eso es algo muy difícil de lograr", apunta.
Respecto a su vinculación con la ciudad de Vigo, Ledo considera que "dignificó y honró" a esta ciudad en la que residió más de cuarenta años. "Era un personaje singular, bohemio y que siempre destacó por su humanidad. Amaba esta ciudad, le encantaba pasear por sus calles y disfrutar de sus gentes. Es una figura de la cultura que nos deja una huella imborrable, que siempre perdurará", indica. Y por último propone que su velatorio se realice en la Casa da Cultura. "Vigo le debe mucho, fue un personaje único y muy querido en esta ciudad, por lo que considero que sería la mejor forma de despedirle y el mejor homenaje que podíamos hacerle", concluye.
