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Información práctica contra engaños

Plantar cara a los abusos en el consumo

El 60% de los mayores de 60 años desconoce cómo reaccionar ante una injusticia de una empresa por una compra o servicio, según Adicae - Son el colectivo más vulnerable

Los abusos en consumo suponen un problema común a todas las edades, pero es el colectivo de personas mayores el que -quizás- sea el más vulnerable. Según una encuesta de Adicae (Asociación de Usuarios de Bancos, Caixas de Aforros e Seguros de Galicia,), por cada cien personas que superan los sesenta años de edad, 63 desconoce cómo reaccionar ante una injusticia de una empresa que les presta un servicio o a la que han comprado algo. Del porcentaje restante, trece saben cómo reclamar pero consiseran que su opinión "no vale de nada".

Ayer mismo, el colectivo ofreció en Vigo un taller práctico -con el apoyo de Aecosan, Agencia Española de Consumo- en el que informó decómo plantar cara a los abusos en consumo sufridos por los mayores. Por sectores, el de las telecomunicaciones, es el que mayor tasa de problemas provoca a los mayores. Un 62% admitió que era el que le provocaba más preocupaciones; seguido del sector financiero (15%) y energía (7%).

La coordinadora de Adicae en Galicia, Iria Aguete, ofrece a continuación su ayuda facilitando siete consejos de buenas prácticas para andarse con ojo con las 'malas maneras' de ciertas compañías. Los consejos van dirigidos a personas mayores pero los de menos edad también pueden tomar nota.

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1 | Recomendación principal. "No dar nunca los datos bancarios cuando no se está seguro de lo que se está contratando". Esta advertencia de Iria Aguete debería seguirse a rajatabla con el fin de evitar dolores de cabeza e, incluso, pérdida de dinero. "Es mejor pensarlo dos veces. La propia formación dada por las empresas a los comerciales no es del toda buena; lo digo para no culpabilizarlos a ellos. Lo mejor es fiarse de un escrito, más de lo que nos digan de palabra. Siempre hay que pedir información precontractual por escrito", advierte.

2 | Guardar siempre la publicidad. ¿Cuántas veces, en casa o en un centro comercial, ha salido un comercial 'a la caza' de padres o abuelos para convencerlos de que cambien de compañía de teléfono o de luz o de otros servicios? La práctica no tiene nada malo pero hay que tener cuidado si se contrata algo. Desde Adicae, recomiendan siempre guardar la publicidad que nos faciliten con las tarifas y precios que nos ofrecen "porque tiene valor contractual, si el contrato se incumple". Imagínense que la telefonía B nos propone una tarifa plana de llamadas a fijos y móviles todo el mes por 30 euros. Sin embargo, cuando llega el primer recibo, encontramos que la tarifa plana solo se aplica en las llamadas a fijos. El folleto publicitario que nos facilitaron para convencernos será de gran ayuda. "La empresa tiene que cumplir con lo publicitado; tiene que ser claro, concreto y sencillo", concreta Aguete.

3 | Derecho a romper el contrato. Ahora, imaginen que firman un contrato fuera del establecimiento comercial. El consumidor disfruta del derecho de desestimiento por el que puede "romper" el acuerdo contractual durante los 14 siguientes días. Toda empresa debe comunicarlo. Si no lo hacen, se amplía a doce meses el periodo de derecho de desestimiento. Hay que fijarse bien cuando firmamos que aparezca. Si el acuerdo es telefónico y no nos lo dijeron, podemos pedir las grabaciones para presentarlas como prueba.

4 | Leer el contrato. Parece de perogrullo pero, lamentablemente, la falta de tiempo, la falta de ganas o la buena fe sin desconfianza en la mala de otros pueden llevar a no leer el contrato con atención y firmar algo que perjudicará al cliente en el futuro. "Los contratos están para leerlos. Si no se entienden, se debe exigir más claridad y no firmarlo. Si todos exigiéramos más claridad, habría más cambios", apunta Iria Aguete.

5 | Factura de la luz. La coordinadora de la organización en la comunidad gallega asegura que los abusos en la factura de la luz se detectan rápido cuando llega una factura desproporcionada respecto a consumos anteriores: "Hay que fijarse que no sea muy diferente al consumo de la misma fecha de años pasados. Hay que bajar al contador y ver si la lectura se corresponde con lo que dice la compañía".Si las cifras difieren, hay que iniciar el proceso de reclamación por escrito y guardándose un justificante, acudiendo a la empresa, a una oficina de Consumo en los ayuntamientos o en la Xunta (Instituto Galego de Consumo) o a asociaciones de consumidores (Adicae atiende en Vigo en la calle Velázquez Moreno, 9, 5º, oficina 2 y en el teléfono 986 226 642). Desde Adicae, recomiendan que las personas mayores pidan información sobre el bono social, beneficios que se conceden por su edad y un límite de pensión, entre otros elementos. Para beneficiarse, hay que tener un contrato con tarifas "cerradas" y reguladas por el gobierno. Estos no aceptan descuentos pero tampoco incluyen contratos de mantenimiento, según Aguete.

6 | Factura del teléfono. "El primer paso -recomiendan desde Adicae- es siempre reclamar a la compañía y después a Consumo, en el municipio o la Xunta; pidiendo arbitraje. Si la compañía no da la razón al cliente, ni se adhiere al arbitraje, entonces, hay que acudir a la Oficina de Usuarios de Telecomunicaciones.

7 | Problema con los bancos. Si se pretende contratar algo en una entidad bancaria o financiera (préstamo, hipoteca...) hay que pedir siempre una oferta vinculante, una ficha resumen de lo que va a contener y que "normalmente viene redactado mejor que el texto de escritura ante el notario", explica Aguete. La coordinadora para Galicia de Adicae también aclara que, una vez presentada la reclamación en la empresa, hay que esperar dos meses para una respuesta. Si no la hay o no hay acuerdo, entonces, se reclama ante el Banco de España.

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