Francisco J. Rubia, uno de los más destacados neurocientíficos de nuestro país, participa hoy (17.00 horas) en las XXIII Xornadas Filosofía e neurociencia -organizadas por la concejalía de Cultura y el grupo Alethia-Vigo -que se celebran desde ayer y hasta mañana en el auditorio Municipal del Concello de Vigo. Rubia titula su conferencia "Crea o cerebro a realidade?" y será presentado por Luis Espada, ex rector de la Universidade de Vigo y Valedor do cidadán.
-¿Hasta qué punto crea el cerebro la realidad?
-Que exista una realidad fuera de nosotros mismos es algo que nadie se atreve a negar. Pero desde Immanuel Kant sabemos que nunca podremos conocer cómo es esa realidad. Lo que percibimos está filtrado por nuestro sistema nervioso. Diferentes tipos de energía son traducidas por los órganos de los sentidos al lenguaje que el cerebro entiende: la energía eléctrica de los llamados potenciales de acción. Estos son todos iguales procedan del ojo, del oído, del olfato, del gusto o del tacto. Quien atribuye las cualidades secundarias de los objetos: colores, sonidos, olores, gustos y el frío y el calor son distintas partes de la corteza cerebral. Por tanto, ni los ojos ven, ni los oídos oyen, etc. sino que es el cerebro el que realiza todas esas funciones.
-¿Es la libertad una ficción?
-Por lo que sabemos por experimentos realizados hasta ahora, así lo parece. Con técnicas electroencefalográficas y técnicas de imagen cerebral se ha podido comprobar que el cerebro cuando vamos a tomar una decisión se activa de manera inconsciente mucho antes de que el sujeto sea consciente de que va a tomar una decisión. Con las técnicas de imagen el experimentador puede anticipar unos diez segundos antes lo que el sujeto va a elegir. Esto es difícilmente compatible con lo que entendemos por libertad o libre albedrío.
-Y el amor, ¿es también una ficción de nuestro cerebro?
-El amor es el resultado de una activación de estructuras que pertenecen al cerebro emocional o sistema límbico. Por tanto, desde el punto de vista cerebral no es ninguna ficción. Aparte de ello cumple, sin duda, una importante función biológica.
-En su libro "El sexo del cerebro" explica las diferencias anatómicas y funcionales de los cerebros masculino y femenino. ¿Cuáles son las principales? ¿Queda mucho por investigar en este campo?
-Existen diferencias anatómicas en determinados núcleos cerebrales y en las conexiones entre los dos hemisferios, pero sería largo de contar. Las diferencias funcionales fundamentales son la mayor fluidez verbal y mayor empatía en la mujer y la mayor capacidad espacial en el hombre, pero no son las únicas. Como en todos los campos, el futuro descubrirá sin duda muchas otras. Lo que tiene que quedar claro es que no se puede confundir la igualdad social con la igualdad biológica que es una ilusión.
-Ha realizado un esfuerzo importante para acercar la neurociencia al público general. ¿Este tipo de jornadas ayudan en este aspecto?
-Siempre digo que estamos ante una revolución neurocientífica que va a cambiar la imagen que tenemos del mundo y de nosotros mismos; por eso considero que es necesario aumentar los conocimientos del público en general en estos temas para que no se ofrezcan demasiadas resistencias a lo que se avecina. Estas jornadas y todo lo que se haga en ese sentido son muy importantes.
-Estas jornadas abarcan las relaciones entre filosofía y neurociencia. ¿Cómo se dan la mano ambas disciplinas?
-Como se puede ver en mi conferencia la filosofía ha planteado siempre cuestiones importantes, algunas de las cuales están siendo comprobadas o rechazadas por la ciencia. Por eso muchos autores consideran que la filosofía no puede prescindir de los conocimientos científicos o dejará de ser útil.
