Los padres lo tienen muy claro: quieren que la comida que toman sus hijos en los comedores escolares se cocine a diario, con productos de la zona y de calidad y que cumplan con las características nutricionales que necesitan los niños. Y advierten que todo ello debe primar sobre el precio a la hora de elegir las empresas de catering de cada escuela. Además, solicitan una total transparencia de las cocinas con los padres.

"Este es un tema en el que los padres están siempre muy volcados y desde nuestra federación llevamos mucho tiempo luchando por un nuevo decreto de comedores y por que no la Xunta no valore solo el precio a la hora de elegir las empresas", destaca Bertila Fernández, portavoz de la Federación Olívica de Asociacións de Nais e Pais de Alumnos de Vigo e Comarca (FOANPAS). Esta federación tiene una comisión específica de comedores. "Tenemos una persona que visita cada día alguno de los 30 comedores que gestionamos para atender cualquier tipo de incidencia y recoger las sugerencias que podamos hacer a la empresa; es importante que haya en todo momento buena comunicación y que se solventen los problemas rápidamente porque hablamos de algo tan importante como es la alimentación de nuestros hijos. Lo que es inadmisible es que situaciones que denunciamos a la Xunta hace un año sobre el mal estado de la comida no se tengan en cuenta de forma inmediata", destaca Fernández, cuyos comedores de la Federación gestiona en estos momentos Serunión.

También desde la Federación de Padres y Madres del Suroeste de Galicia (SURGAPA) valoran mucho la comunicación fluida con las empresas. "Es bueno que las cocinas estén abiertas a los padres, para que las conozcan e, incluso, que puedan ir a comer. También es bueno que las empresas den charlas sobre su trabajo a los padres; tiene que haber una comunicación muy abierta", apunta Vanesa Villa, presidenta de la asociación.

Desde Surgapa piden además a la Xunta una subvención para los comedores de los colegios concertados. "Los padres que tenemos a nuestros hijos en centros concertados nos sentimos discriminados y en situación de desigualdad", destaca Villa, que advierte que los precios por comida suelta en estos centros son bastante elevados, de unos 7 euros.