Comprometido y reivindicativo como siempre se ha mostrado Ismael Serrano, fue extraño que anoche en su concierto en el Teatro Afundación de Vigo esperara hasta bien avanzado el recital para decir unas palabras sobre los terribles atentados que asolaron ayer París. Pero finalmente, decidió romper con su cerrado esquema del concierto y contar al público "lo extraño y difícil", que había sido el día para él.

"Estos atentados nos hacen recordar los que también sufrimos en Madrid", apuntó al tiempo que deseó que en estos tiempos difíciles más que nunca sus canciones se sirvieran para en palabras de Benedetti "defender la alegría".

El cantautor madrileño se metió a su fiel y numerosísimo público gallego desde el primer momento en el bolsillo con su voz inconfundible y haciendo gala, a pesar de tener la tragedia como telón de fondo, de su sentido del humor al contar anécdotas y charlar entre tema y tema en un concierto en el que, por primera vez, hizo uso de distintas proyecciones para una puesta en escena muy teatral que entusiasmó a los espectadores.

Ismael Serrano -acompañado de teclados, múltiples instrumentos de percusión para los ritmos andinos cada vez más presentes en su música y, por supuesto, sus cuatro guitarras- interpretó numerosos temas de su nuevo trabajo, "La llamada", que anima al gentío a tomar las calles, a elevar su voz y mostrar su opinión, además de no perder nunca la sonrisa.

"Absoluto", tema de este último trabajo, fue con el que comenzó Ismael el concierto, una canción cargada de mensaje político y social, el tono que marcó todo el recital. El músico deleitó al público con esa forma tan suya de interpretar, con la que consigue hacer vibrar y emocionarse al público en cada nota, con cada palabra.

Además de los nuevos temas, el cantautor incluyó también canciones de sus discos anteriores que el público iba pidiendo a voz en grito. "Por desgracia, muchas de las reivindicaciones que hacía hace veinte años siguen teniendo vigencia ahora", afirmó el cantautor antes de interpretar uno de los temas con los que se alzó a la fama y que volvió a hacer temblar a sus seguidores vigueses: "Papá cuéntame otra vez".

"Dónde estarás", el flamante "Te vi", "No estarás sola", Vértigo", "La extraña pareja" y "Últimamente" fueron algunos de los ya clásicos del artista que coreó el entusiasta público, a veces protagonista del concierto ante un silencioso Serrano.

Valiéndose del recurso de las animaciones, el cantautor presentó algunos de los temas nuevos como "Rebelión en Hamelin" (con cuyo vídeo, rodado en Argentina, el cantante debutó como director) y "La casa y el lobo", con las que se proyectaron imágenes que mediante fábulas reflejaron problemáticas como los despidos, los desalojos, y el reclamo de distintos movimientos ante la crisis económica que asola a España.

Telón con imágenes

Las proyecciones también mostraron fondos que interactuaban con los músicos, logrando un cálido y acertado efecto como cuando, bajo un telón transparente tirando él mismo de una larga cuerda sobre el que se proyectaron en primer plano las imágenes o cuando paraguas en mano y bajo una lluvia recreada con luces e imágenes, el artista entonó la balada "Ahora que te encuentro", también del último disco.

Un espectáculo de música, luz y color que superó con creces las dos horas y en el que regaló varios bises a su entregado auditorio.