| El vigués Manuel Manquiña sí que es profeta en su tierra, de hecho abarrotó ayer la sala Barrocco con su nuevo espectáculo, en el que demostró su alegría por actuar de nuevo en su ciudad y abordó con su ironía habitual los problemas que se enfrenta un artista a la hora de abordar un monólogo con gracia para enganchar al público.