La ingravidez como fuente de curación. La llamada Medicina Espacial parte de esta premisa tras analizar los efectos positivos que este escenario producía sobre los astronautas. Así, hace más de treinta años se pensó en recrear un escenario anti-­gravitatorio en tierra, desarrollando una serie de máquinas capaces de reparar y potenciar los tejidos dañados sin dolor y sin esfuerzo físico aparente para ofrecer un tratamiento alternativo y con muy buenos resultados a pacientes con patología vascular, traumatológica y neurológica.

El neurocirujano José Manuel Otero Vich, pionero en Vigo de numerosos avances quirúrgicos y de tratamientos, que pusieron a la unidad del Hospital Xeral de Vigo a la cabeza de Galicia en los años 80, celebra ahora los 25 años de la fundación de la Clínica Arthros con la inauguración de la primera Unidad de Medicina Espacial en España.

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo -que acudió junto a su madre y su hermana- y de otros representantes como el conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuiña; el presidente del Puerto, Ignacio López Chaves; la portavoz municipal del Partido Popular, Elena Muñoz, Miguel Santalices, Luis Espada, Ventura Pérez Mariño y Lola Galovart, entre otros, conocieron de primera mano el funcionamiento y las numerosas posibilidades que ofrecen estas máquinas que, en los últimos años, ha adquirido la clínica viguesa.

Entre estas adquisiciones destacan tres sistemas, todos dotados con tecnología NASA: la "Descompresión vertebral informatizada", el "Tapiz rodante anti-gravedad" y la "Terapia de vacío intermitente". La primera, dirigida por ordenador, actúa sobre la columna vertebral -tanto cervical como lumbar-­ creando un efecto anti-gravitatorio en sus discos intervertebrales mediante movimientos sincronizados de tracción-distracción realizados por la máquina.

"En los últimos cinco años ya hemos tratado a más de 1.500 pacientes con esta máquina y hemos logrado evitar 4 de cada 5 cirugías. Los principales beneficiarios son los pacientes diagnosticados de hernias discales, artrosis de columna, discos degenerados o los fracasos de la cirugía", explica Otero Vich.

El tapiz rodante anti-gravedad, adquirido por la clínica hace solo unos meses, constituye un sofisticado sistema terapéutico diseñado también por la NASA, que genera artificialmente un efecto anti-gravitatorio de cintura para abajo, lo que permite reducir el peso corporal del paciente hasta en un 80%. "En estas condiciones el paciente o el deportista es capaz de caminar sin dolor y sin esfuerzo físico aparente, pero rehabilitando activamente sus sistemas vascular, muscular y ósteo-­articular",apunta el médico.

Por último, la Terapia de Vacío Intermitente consigue crear un efecto anti-­gravitatorio en nuestro organismo, actuando como un "segundo corazón" que activa nuestra circulación sanguínea intercalando las presiones negativas (vacío) con las presiones positivas (presión atmosférica). "Lo interesante de los tratamientos que hemos diseñado es que van más allá de las máquinas; su éxito radica en sumar a sus efectos la fisioterapia y la reeducación postural", concluye Otero Vich.