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La enfermedad de los bebés inmaduros

Siete hospitales gallegos investigan sobre la principal secuela de los bebés prematuros

Forman parte, con el Complejo Hospitalario de Vigo, de un grupo liderado por el Marañón -Buscan saber cuántos afectados hay y proponer tratamientos para la displasia broncopulmonar

Una enfermera atiende a un bebé en una unidad de prematuros en Galicia. // Marta G. Brea

La secuela grave que mayor incidencia porcentual presenta en bebés prematuros es la displasia broncopulmonar, una enfermedad crónica en los pulmones que desemboca en problemas respiratorios que pueden proseguir incluso en la edad adulta. Hasta ahora, en España, se desconoce cuántos afectados hay. Ni siquiera los criterios para diagnosticar la dolencia son iguales en todos los centros. Por ello, siete hospitales gallegos junto a otros 62 del resto del Estado se han unido para formar el Grupo Español de Investigación en Displasia Broncopulmonar (Geidis) entre cuyos fines también se encuentra desarrollar nuevos tratamientos.

"La displasia broncopulmonar afecta a niños muy pequeños, aquellos que nacen por debajo de las 32 semanas de gestación, menos de siete meses. Es una consecuencia de la imadurez por nacer tantos meses antes de tiempo y una secuela por los tratamientos que incluyen ventilación mecánica u oxígeno que se requieren para su supervivencia. Al ser inmaduros, no se acaban de desarrollar pefectamente los pulmones ni los vasos que llevan la sangre a esos órganos", explica la pediatra Ana Concheiro, jefa de la sección de Neonatología del CHUVI y miembro del Comité Director del Geidis.

Para ella, la nueva investigación, que arranca este mismo año, es "una iniciativa muy necesaria". La facultativa añade que, a día de hoy, la displasia broncopulmonar es la "secuela más grave" que presentan los niños prematuros atendiendo al grado de incidencia. Los retrasos profundos en el desarrollo provocados por nacer antes de tiempo afectan, según esta experta, al 5% o menos de bebés prematuros; mientras que el porcentaje de la displasia broncopulmonar es muchísimo mayor.

Concheiro estima que el 40% de los bebés que nacen antes de la semana 26 padecen esta dolencia crónica de los pulmones. No obstante, los porcentajes varían según el centro hospitalario porque en cada uno se aplican unos criterios de diagnóstico diferentes. La diferencia puede radicar, por ejemplo, en el número de días que el bebé estuvo sometido a oxígeno independientemente de que a la hora del alta presente problemas respiratorios o no.

Esas variaciones son, precisamente, las que quiere eliminar el nuevo grupo de investigación, en el que se incluyen el Complejo Hospitalario de Vigo, el Provincial de Pontevedra, Nuestra Señora Del Cristal (Ourense), Arquitecto Macide (Ferrol), CHUAC (A Coruña), Clínico Universitario de Santiago y Lucus Augusti (Lugo).

En el caso del Centro Hospitalario de Vigo, el pasado año hubo tres casos de displasia broncopulmonar grave entre los 50 bebés prematuros nacidos.

El director del proyecto, Manuel Sánchez-Luna, jefe del Servicio de Neonatología del Hospital Gregorio Marañón, añade que otro fin es "tener un registro nacional que, de forma longitudinal, analice la evolución de estos pacientes".

Una vez se conozca la incidencia real de la enfermedad (cuántos casos se dan al año en España), se unificarán criterios de dianóstico y luego se dará un paso más en la investigación probando tratamientos.

Concheiro señala que muchos de los pequeños afectados, a medida que van creciendo, se van recuperando. No obstante, reconoció que "a largo plazo, pueden tener problemas respiratorios también en la edad adulta".

En la actualidad, al menos en el área sanitaria de Vigo, apunta Concheiro que los niños con displasia broncopulmonar "son sometidos a un seguimiento y control por las consultas de neonatología y neumología. Hay tratamiento con inhaladores y medicación que tienen pautado. Además, hay que aplicar otras medidas ya que estos niños están en riesgo de tener complicaciones en los dos primeros años de vida. Entre las medidas, están la vacuna contra la gripe y la profilaxis mensual para la infección por virus VRS, entre otras".

El fin es evitar infecciones respiratorias antes de los dos años ya que en ese periodo la letalidad de la bronquiolitis es muy elevada, unas 16,5 veces mayor en que en la población de lactantes sanos, según el Geidis.

Ana Concheiro - Jefa de Neonatología en el Chuvi

"Es una iniciativa muy necesaria"

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