"Cada vez somos más supervivientes, sea a un puesto de trabajo, a una moral, a un matrimonio demasiado largo o a unos hijos que son unos plastas", decía ayer en el Club FARO Alicia Giménez Bertlett, ganadora del Premio Planeta 2015 con el cineasta Daniel Sánchez Arévalo, finalista del mismo con "La isla de Alice" . Presentados y entrevistados por el periodista Rafa Valero, ambos comenzaron señalando algo común a sus dos novelas: cómo puede cambiar la vida a las personas de modo inesperado,; en la novela de ella al perder el trabajo, en la de él por un accidente de tráfico.
"La crisis -dice Giménez- desencadena todos los dramas de mi novela. El protagonista pierde su trabajo, la otra cierra su empresa, a otra le abandona su marido ante un matrimonio de conveniencia? y de repente se encuentran los personajes en un régimen de supervivencia sentimental y económica. ¿Hasta dónde nos afecta perder un trabajo? La prostitución masculina ha aumentado, y eso está en mi novela. No es un tema sólo económico, hay muchas más consecuencias, como la autoestima, la pareja? En esta novela me ha interesado explorar la crisis desde el punto de vista social, y de cómo nos afecta, cómo cambia nuestra manera de ser. Pero lo más complicado ha sido dar la voz a tantos personajes que proceden de extractos sociales tan distintos, desde el lumpen a las niñas pijas".
Este aspecto es el que fue resaltado por su compañero de mesa y de premio, Sánchez Arévalo: "Me admira que sea un relato contado en varias voces y a todas le da una personalidad diferente y creíble", dijo. En cuanto a la suya, elogiada por la ganadora del Planeta por la profundidad de sentimientos de sus personajes, afirmó que está ambientada en Estados Unidos. "He vivido en Estados Unidos -dijo- y me fascina la sociedad norteamericana. La manera en que todo parece perfecto sin serlo. Lo que importan son las apariencias, todo transcurre en la superficie. Quería hacer un retrato que no fuese condescendiente, que a la vez me sirviera para contar un poco cómo se siente la protagonista, a la que sostiene una mentira. Porque es el secreto lo que la mantiene en pie".
Una mentira
Su protagonista es, según contó ayer, Alice Williams, una mujer de 33 años, con un hijo y embarazada de otro, que se obsesiona con descubrir por qué su marido, muerto en accidente, iba a una isla de solo 500 habitantes. "Me interesa mucho esa rueda de la vida -afirmó- en la que las personas rompemos inesperadamente con nuestra rutina y nos sentimos abocadas al vacío. Lo que para Alice comienza siendo una historia de intriga acaba convirtiéndose en una historia de amor o de amores? porque hay amor de muchas clases entre estas páginas?"
La ganadora del Planeta reconoció, a una pregunta de Valero, que el personaje preferido por ella entre los de su novela es Iván. "No debería decirlo, porque es políticamente incorrecto, machista, brutal, malhablado, amoral. Pero al mismo tiempo está muy vivo, es un superviviente y tiene sus valores. Sobre todo la amistad, que para él es importantísima. En lo demás, no cree. Su manera de hablar y de moverse me ha dado mucha vida y me ha divertido, aunque es el peorcito".
Giménez Bartlett, en contraste con Sánchez Arévalo, que sitúa perfectamente a sus protagonistas en una geografía, no quiere en su obra descripciones físicas que los localicen. No quiso, según dijo, que irrumpieran en la misma posibles idiosincrasias de una u otra de las nacionalidades de este país.
Otro personaje de la novela de la ganadora del Planeta es Irene. "Es una mujer complicada, embargada por esa cultura patriarcal según la cual el trabajo es lo más importante. A Irene la ha dejado su marido por una mujer más joven; además, su empresa familiar está al borde de la quiebra? pero no quiere ser objeto de cotilleos ni penas, así que comienza a salir con una amiga que no le preocupa nada el qué dirán. Javier es un profesor de refuerzo de literatura que se ha quedado en paro; no es una persona ambiciosa, pero los meses pasan y el trabajo no aparece; casi por casualidad se reencuentra con Iván, una amigo de la infancia, chulo, seguro y bien posicionado que le introduce en el mundo del estriptis y de la prostitución masculinas. Es entonces cuando Irene y Javier se conocen".
