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El videojuego que gobierna el mundo

Vigo se suma a la fiebre global por League of Legends con una quedada única en Galicia para seguir la final mundial que vieron varios millones de personas ayer

Fizz, personaje de LOL.

"Esto es un deporte realmente. En Estados Unidos, los jugadores tienen pasaporte de deportistas de élite. En Corea, echan competiciones de League of Legends (LOL) por la tele. En Europa, vamos por detrás y en España, más por detrás, aunque una cadena española -Cuatro- está empezando a transmitir por internet dentro de su propia cadena algunos encuentros". El vigués Daniel Blanco, de 27 años de edad, jugador de LOL, ofrece así, de golpe, una descripción de la revolución que está gestando este videojuego en el mundo.

Se cree que más de 100 millones de personas echan partidas de League of Legends en todo el planeta. El pasado año, la final mundial fue vista por unos 27 millones. La de ayer, retransmitida desde el Mercedes Benz Arena Berlin -con capacidad para 17.000 personas- seguramente ha sobrepasado la cifra del ejercicio anterior, aunque falta la confirmación de los organizadores. El récord también se ha logrado en los premios, dos millones de dólares para los finalistas, quedando un millón para los ganadores.

La competición en Berlín fue seguida por los fans desde los ordenadores de su casa o en las quedadas organizadas por Coca Cola o los propios jugadores. En España, hubo reuniones en 17 provincias que albergaron al menos un encuentro para ver la final. En algunas, como en Barcelona, se contabilizaron hasta cuatro quedadas; en otras como A Coruña, Lugo y Ourense, no hubo ninguna, según los datos de la web oficial. En Galicia, solo Vigo fue la ciudad que acogió una visualización conjunta y el lugar elegido fue el Café Teatro Mimosas, epicentro de jugadores de videojuegos online o de cartas como YuGi Oh o Vanguard, entre otros.

Ubicado en el bajo del número 72 de la larguísima Travesía de Vigo, medio centenar de jóvenes -la práctica totalidad, chicos; las chicas no sobrepasaron las tres- comenzaron a ver la retransmisión en streaming en pantalla grande alrededor de las doce del mediodía.

Esta duró hasta pasadas las cinco y media de la tarde cuando el equipo surcoreano SKT T1 vencía a sus paisanos Koo Tigers con un resultado de 3-1 (tres partidas ganadas contra una). Esto se tradujo en un premio de un millón de dólares para los primeros y 250.000 para los segundos; y la confirmación de una leyenda, Faker, como mejor jugador del mundo.

Presenciar en el Café Teatro la final demostró que la pasión de los seguidores del LOL es la misma que la de los hinchas de la Champions League de fútbol. El narrador del partido utilizó el mismo tono vívido y sin aliento que se emplea en los encuentros de balompié; los asistentes se levantaban de las sillas con los brazos en alto cada vez que su equipo mataba a un contrincante, la sensación de comunión con el videojuego era la misma que un socio del Celta viendo a este goleando al Madrid o al Barça.

La diferencia radicaba en lo que aparecía en la pantalla: un campo de juego tenebroso con figuras fantásticas disparando balas, luces, fuego o hechizos con el fin de aniquilar al contrincante. De vez en cuando, se veían a los diez jugadores (cinco por cada equipo) ataviados de cascos y sus correspondientes pantallas rodeados de miles de personas en el Arena Berlín y con una puesta en escena técnicamente impecable, con presentadores de corbata y un estadio lleno.

¿Futuro deporte olímpico?

Cinco años atrás, toda esta magia era inimaginable para un juego muy reciente, que arrancó en 2009. "Ves la final de la season 1 (primera temporada) y los jugadores estaban en un cuarto como estamos aquí. En la segunda temporada, mejoraron un poco, ya fueron a un estadio como de balonmano. La cuarta -año pasado- fue una pasada y la de este año, increíble, en Berlín. El año que viene?a ver. Yo creo que algún día llegará a deporte olímpico", expresa convencido Daniel Blanco.

Precisamente, él fue quien convenció al dueño del Café Teatro para organizar la quedada de este año. "El año pasado lo organizamos de un día para otro y pusimos una tela y enchufamos el ordenador. Lo vimos unas diez personas. Esta vez, hablé con Luis y me dijo que sí, que lo del año anterior había estado bien. La verdad, no me esperaba que fuera a venir tanta gente (unas 50 personas). Como mucho, esperaba veinte. Cada año aumenta más y más quienes juegan", explica el jugador Daniel Blanco.

El propietario del Café Teatro, Luis, añadió que "Blanco me dijo que molaba verlo juntos y compartir el momento. A mí, me gusta darles esa oportunidad, no es que te vayas a hacer rico pero por lo menos estamos dentro del mundo. Así Vigo está en sintonía con lo que se mueve internacionalmente".

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