Tras la inquietud generada en el área sanitaria de Vigo por la suspensión del traslado al nuevo hospital de Beade ante la presencia de microorganismos en áreas sensibles, en esta ocasión el Sergas ha querido controlar la situación y ser el primero en confirmar la activación del protocolo de ébola en el hospital del Meixoeiro. El aviso oficial llegaba a las 08.34 de la mañana del miércoles cuando el paciente sospechoso se encontraba ya en tránsito por carretera procedente de A Coruña. Viajó en una ambulancia del 061 dentro de una burbuja de aislamiento acompañado de un médico, una enfermera y un conductor protegidos con trajes específicos. Su ingreso en Vigo se produjo a las 09.15 de la mañana y apenas siete horas después llegaban los resultados de la primera analítica. El equipo de Medicina Preventiva de A Coruña y Saúde Pública decidieron tomarle muestras de sangre y enviarlas directamente desde allí hacia Madrid "para ganar tiempo", explicaron horas después en el Meixoeiro.

A la espera de ratificar el negativo por ébola en un segundo cultivo para poder desactivar la alerta epidemiológica, la incertidumbre en el Sergas se dio por controlada en 24 horas. El paciente sospechoso llegó a Urgencias del Chuac el martes a las tres de la tarde, fue atendido por un primer facultativo a las tres y media y "a las 15.45 se identificó como caso sospechoso y quedó en aislamiento", según el relato del subdirector xeral de Saúde Pública, Xurxo Hervada.

El riesgo de contagio aún tratándose de un caso de ébola sería "mínimo" para las personas que coincieron puntualmente con él en la sala de espera de A Coruña y pese a que las pruebas indican que no es portador del virus, el Sergas realiza un seguimiento tanto a la familia directa del joven como al personal que lo atendió controlando su temperatura dos veces al día. En un primer momento Hervada informó en Vigo de que los contactos sanitarios y familiares bajo control "serían algo más de una docena", pero ya por la tarde la presidenta de la Junta de Personal coruñesa elevó a 19 solo los sanitarios vigilados y a los que se pidió que permanezcan en casa "para evitar que entren en contacto con más población".

Los portavoces del Sergas justificaron ayer el retraso entre la identificación de la sospecha y el traslado a Vigo por "el buen estado clínico del paciente, que así lo permitía" y por la necesidad de confirmar sus movimientos durante su estancia en A Coruña las horas previas además contactar con la familia en Guinea Conakry.

Pasaron 17 horas desde que se dio aviso a Saúde Pública y el joven ingresó en el Meixoeiro y exactamente 24 horas hasta que se hizo público el primer test negativo en sangre. El Meixoeiro fue seleccionado hace un año para habilitar una unidad de aislamiento ante posibles casos sospechosos pero nunca llegó a utilizarse hasta ayer.

La Junta de Personal del Chuvi atribuyó la demora en el traslado del paciente a que las inclusas de seguridad "no estaban preparadas". También se cuestionaron por qué se realizó el desvío a Vigo cuando "el Meixoeiro se está desmantelando y carece de Urgencias y de UCI", coincidieron Araceli Loureiro, de CC OO, y María Calviño, de Satse. Esta circunstancia obligó a movilizar a personal ahora asignado al Álvaro Cunqueiro.

Del centenar de trabajadores que integrarían según el Sergas la lista de personal formado para atender casos de ébola en Vigo, el jefe de Medicina Preventiva del Chuvi, Víctor del Campo, puntualizó que "algunos acudieron voluntariamente para atender al enfermo y otros sencillamente tuvieron que ser llamados porque no se podían cubrir sus puestos". En cada turno de trabajo están activos un facultativo, una enfermera, dos auxiliares y dos personas del servicio de limpieza.

En la reunión extraordinaria del Comité de Seguridad y Salud Laboral que forzaron los sindicatos ante lo que consideraban una "falta de información" se reclamó a la Gerencia del área que se garantice que al paciente solo lo atiende personal que realizó el curso específico de hospitalización de casos de ébola para minimizar los riesgos.