Televisión Española (TVE) ha propuesto un debate entre los candidatos de ocho formaciones políticas -PP, PSOE, IU, UPyD, Podemos, Ciudadanos, PNV y Convergencia- para el próximo 9 de diciembre, en plena campaña de las elecciones generales.

Tanto el candidato de IU al Palacio de la Moncloa, Alberto Garzón, como el número uno de Unión, Progreso y Democracia (UPyD), Andrés Herzog, revelaron ayer que han recibido la oferta de TVE de participar en un debate electoral entre ocho candidatos.

En él, participarían candidatos de las formaciones políticas que se presentan a las elecciones y cuentan con grupo parlamentario propio en el Congreso, como son el Partido Popular, PSOE, IU, UPyD, PNV y el actual grupo de Convergencia y de Unió. Además, se invitaría a los candidatos de los dos partidos emergentes, Pablo Iglesias por Podemos y Albert Rivera por Ciudadanos.

Garzón ha solicitado que sean los cabezas de lista de cada partido los que participen en ese debate. "Es muy ilusionante la posibilidad de un debate con Rajoy, Pedro Sánchez, Albert Rivera o Pablo Iglesias", reconoció el líder de Izquierda Unida.

El candidato de este partido a la presidencia del Gobierno también señaló ayer que es necesario que se produzcan estos debates entre muchos candidatos "por salud democrática" y rechazó que se pueda limitar a cuatro actores, PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos. "Tienen que estar los que están en el Congreso ahora y los que estarán en el futuro Congreso, no se puede excluir a ninguna formación", reinvindicó acusando a Podemos y Ciudadanos de "imitar las viejas técnicas de exclusión de la izquierda".

Por su parte, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, aseguró que su formación estará presente en todos los debates a los que sea invitada. Y puntualizó que él participará en aquellos debates que se produzcan entre los número uno de todos los partidos.

Hasta el momento el único debate que se ha realizado fue el que protagonizaron los líderes de Podemos y Ciudadanos en la primera entrega de Salvados de esta temporada. Fue un debate atípico, donde los candidatos no habían pactado las preguntas sino que se enfrentaron a las cuestiones sin papeles delante, sentados en una cafetería de Barcelona.