En su libro de Deusto, "El quinto elemento", una idea central: los clásicos hablaban de cuatro elementos: tierra, agua, fuego y aire, así como de un quinto invisible, el éter. Estos cuatro elementos son también las cuatro divisiones de los ejércitos, a los que ahora se añade un quinto elemento: el ciberespacio (también, como el éter, invisible y casi indetectable). "Una nueva contienda mundial ha comenzado -dice Suárez- y todos somos soldados en las trincheras. El nuevo gran conflicto internacional trasciende las fronteras físicas y se libra simultáneamente en cientos de países. El nuevo escenario de la lucha son las redes digitales, el ciberespacio y el iceberg de la gran Internet oculta que no conocemos".

"El desarrollo tecnológico y la sofisticación de las herramientas digitales han convertido a Internet en el campo de batalla más grande que ha conocido el hombre y sus consecuencias son todavía imprevisibles, incalculables. La web ya no es la manzana mordida de Apple sino la manzana podrida. Quien domine la información y la sociedad interconectada controlará el mundo", afirma. ¿Qué papel tienen en ello los gobiernos mundiales, con agencias como el CNI español o la NSA estadounidense? ¿Cómo aprovechan este nuevo escenario criminales y terroristas? ¿Qué papel tienen las empresas y cómo se aprovechan o se defienden de ellos, según los casos? ¿Puede un ataque informático sembrar el caos y provocar un desplome económico mundial? ¿Son tus datos sólo tuyos o hay quien puede utilizarlos en tu contra? Espionaje de las telecomunicaciones, control de las agencias a sus propios ciudadanos, ciberataques y competencia empresarial, ciberterrorismo... de eso habló ayer y habla su libro.