Cientos de manifestantes procedentes de distintos puntos de la geografía gallega han confluido en la Columna Galega de las Marchas de la Dignidad, en la compostelana Praza do Obradoiro para exigir "Pan, trabajo y techo" y denunciar que el Estado "malvende" sus "derechos", "sólo piensa en su bolsillo" y actúa como una "mafia".

Desde un escenario y rodeado de cientos de manifestantes, el activista social Nicanor Acosta, encargado de leer el manifiesto, ha hecho hincapié en la necesidad de que la ciudadanía "grite" por su "dignidad". "Estamos aquí para hacer frente a esa mafia", ha clamado Acosta, un día después de que declarasen nula la sanción de 600 euros que le había sido impuesta por el desahucio de Aurelia Rey. En la manifestación, con unas 3.000 personas, han estado múltiples colectivos, como la Coordinadora Antiprivatización da Sanidade Pública, la Plataforma de Afectados pola Hipoteca y el colectivo Stop Desafiuzamentos, entre otros. También han estado presentes representantes políticos como BNG o Alternativa Galega de Esquerda. Iniciaban su marcha desde tres puntos de la ciudad y han terminado en la plaza del Obradoiro.