Música luminosa, fusiones psicodélicas y un sonido espacial. Eso es Astro, la banda chilena de pop rock nominada a los Premios Grammy Latino 2015 que acaba de publicar su segundo disco, Chicos de la Luz con el que ratifica su condición de gran promesa de la escena musical latinoamericana.

El lanzamiento del álbum la semana pasada ha afianzado su meteórica y corta carrera musical, que ya ha incluido giras por Estados Unidos y Centroamérica. La música de Astro no tiene edad. Desde una pequeña de diez años hasta la generación de treintañeros, todos gozan de manera transversal con las melodías de los músicos australes.

El nombre de su último disco no es resultado del azar. Chicos de la Luz revela la personalidad del cuarteto, que desde 2008 ejercita un universo sonoro poco habitual en los escenarios chilenos. Su música rubrica la combinación entre los sonidos sintéticos y un cuidado juego de luces para cada canción, que hacen recordar la parafernalia de David Bowie, en su periodo de Ziggy Stardust. "Las letras de nuestras canciones son bastante profundas. Hablan de temas como la meditación y la búsqueda espiritual", explica Andrés Nusser, vocalista, tecladista y guitarrista de Astro.

A diferencia de su primer disco, bautizado como la banda, la segunda entrega de Astro ya no hace alusión a las drogas. "Ahora buscamos un viaje interior, más limpio", sostiene. Caribbean uno de los sencillos de su último disco, fue nominado a los Grammy Latino 2015 en la categoría de Mejor Canción Alternativa, un reconocimiento que se suma a sus presentaciones en el Lollapalooza Chicago, Mysteryland de Amsterdam y Primavera Sound de Barcelona.

Pero su música no sólo ha visitado festivales. El 2013, EA Sport, desarrolladora del videojuego FIFA, el simulador de fútbol más popular del mundo, incluyó su creación Panda en su banda sonora. "Para que vean que somos músicos de verdad, y no hacemos playback", le gritaron a los espectadores que la semana pasada abarrotaban el teatro Cariola, de Santiago.

De esta forma el tecladista y bajista del grupo, Nicolás Arancibia, respondía a las críticas que han recibido en los últimos meses provenientes del mundo del internet, por la constante presencia de sintetizadores y teclados en la música de la banda.

Pero desde sus inicios, Astro se ha caracterizado por interpretar todos sus sonidos en vivo, usando desde un vulgar cencerro hasta los "pad" que mezclan los sonidos prefabricados que hacen de la banda chilena un sello único.

Para encontrar recursos musicales no hay límite. Daniel Varas, teclista y percusionista de la agrupación, suele llamar la atención en los conciertos con las onomatopeyas animales con que acompaña algunos temas.

Pese a que el último disco cuenta con más baladas y canciones electrónicas, las melodías que más les gustan a sus fans son las de potentes bases de bajo y una batería que denota clara influencia del rock progresivo.

Los que en algún momento fueron etiquetados como los "MGMT chilenos", aludiendo a la banda estadounidense precursora de los ritmos empleados por Astro, han repetido incansablemente que se trata de una influencia, no de una copia, toda vez que su música rezuma influencias del rock progresivo, como Yes y Genesis.