Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Manuel Alonso Macías: "Ojalá naciese en el Renacimiento, sabían de todo y escribían fantástico"

Este poeta de 82 años viene de publicar 'Poemario', obra que versa sobre naturaleza, sentimientos y con una clara protagonista: su mujer

Manuel Alonso, ayer con su libro en la presentación. // Adrián Irago

Hay hombres grandes y grandes hombres. Manuel Alonso es un ejemplo de lo segundo. A este vigués siempre le han gustado las grandes cifras y no pasar desapercibido. Se licenció en seis especialidades, ejerció como profesor de Industriales durante 35 años, se sacó todos los permisos posibles de conducción, es patrón de barco y por si fuera poco, padre de ocho hijos. "Tuve que estudiar mucho para mantenerlos a todos", comenta entre risas. A sus 82 años, cumple 83 el próximo lunes, la jubilación no es más que mera palabrería y por ello se ha embarcado en el mundo de la escritura con un libro de poemas titulado 'Poemario'.

-Su faceta de escritor es reciente, ¿porqué ahora?, ¿qué le ha inspirado?

-Llevo muchos años escribiendo poemas, pero siempre para mí. Pero ahora como tengo más tiempo he decidido ponerme en serio y recoger todos mis escritos en un libro. La poesía siempre me ha gustado, tenía interiormente este deseo y no podía morirme sin hacerlo. Mi inspiración reza en el Renacimiento, es la época más fantástica de la historia. Los hombres de aquellos años sabían de todo, ¡y cómo escribían!, era fantástico. Vivo inspirado por ese periodo y todo lo que hago en la vida está motivado a eso.

-Se dice que la poesía es cosa de juventud...

-Podré tener 82 años pero no me siento así. En cuanto a mi corazón lo tengo igual que cuando era joven, tengo inquietudes, quiero ver mundo. Soy capaz de sentir las mismas cosas que un chaval de 20 años. Muchas veces me voy por ahí con amigos de mis hijos y me lo paso genial. Me gusta sentirme así.

-¿Sobre que temas versa su obra "Poemario"?

-Son 50 poemas que tratan un poco de todo. Del compromiso, de alabanza a personas que conozco y familiares, cantos a la naturaleza, elegías, temas románticos, obviamente, celos, versos comprometedores y algo subiditos (ríe) y luego ya una poesía más íntima que tiene como protagonista a mi mujer, ya fallecida. Mi poema favorito se llama 'historia de un enamorado de la mujer de su vida' y va dedicado a ella, fue uno de los pilares de mi vida y uno de los motivos por los que escribo.

-Escritor, geógrafo, historiador, político, profesor... ¿cómo podríamos definirlo?

-Soy un iluso, que pretendiendo llegar a ser un humanista, un hombre del Renacimiento, logré ser solo un aprendiz de todo pero un sabio de nada. Quise hacer siempre muchas cosas pero en verdad queda muchísimo por saber. Y siempre por satisfacción, nunca por egoísmo. No me considero un científico en un laboratorio que no sale de ahí, aunque a veces sí he sido un poco rata de biblioteca, ya que me encanta leer.

-¿Qué le queda por hacer en la vida? ¿Alguna espina clavada?

-Tengo varias, por un lado montar a caballo. Cuando yo hice la mili montaba muchas veces, luego compré un par de caballos pero nunca le dediqué el tiempo que me hubiese gustado. Terminé abandonándolo y ahora me arrepiento, y ya es algo tarde para volver. Otra espinita que sí tengo clavada es saber tocar el piano, me hubiese encantado, pero esa aún es más imposible que el caballo, tengo mal oído, ya no hay remedio.

-Con tanta 'agenda' y tanto trabajo, ¿conserva a muchos amigos de su época?

- Por suerte a muchísimos. Siempre quise cuidarlos y sé lo importantes que son en la vida. Conservo amigos desde la primaria, secundaria y universidad, tengo la gran suerte de tener amistades de todo tipo y todas las edades. Y luego a medida que te vas haciendo mayor ya creas otras amistades, muchos de ellos menores que yo, pero grandes amigos igualmente.

Compartir el artículo

stats