"Mi libro es un sofrito de números y formas para chefs y gourmets", dice Alsina, catedrático de Matemáticas que ha realizado una amplia labor de investigación matemática, de innovación educativa.Ahí están libros suyos como Asesinatos matemáticos, Los asesinos matemáticos atacan de nuevo, Vitaminas matemáticas, El club de la hipotenusa y Geometría para turistas. En " Mateschef" ha contado con la colaboración y las recetas de Cristina Macía, popular en España por ser la traductora de Juego de Tronos, es, además, una consumada escritora de libros gastronómicos.

Vivimos rápido

Vivimos tan rápido, según Alsina, que perdemos de vista los pequeños detalles que envuelven nuestra vida y resultan parte fundamental de nuestra existencia, sin que reparemos en ellos. "Lo que quiero es que descubran cómo las matemáticas gobiernan nuestra cocina y nuestra mesa, permitiendo que podamos disfrutar de un buen plato de comida, de una deliciosa bebida o de un apetitoso trozo de tarta, cortado en su justa proporción. "

"Mientras preparamos cada plato -dice- , la geometría se hace patente en las formas de los objetos, en los ingredientes, encontramos reglas de tres, sumas y porcentajes, mientras degustamos platos de pasta, carne, quesos, postres, bebidas o simplemente al intentar conseguir el huevo frito perfecto, cosa imposible porque los números dicen que la clara precisa una temperatura y la yema otra. Pero hasta en los huevos vemos que hay una evolución hacia formas ovoides, que solo pueden rodar en la dirección perpendicular a su eje de simetría. Por algo dijo el italiano Bruno Munari: 'El huevo es una forma perfecta aunque esté hecha con el culo.