Científicos del Instituto de Investigaciones Agrobiológicas de Galicia (IIAG), perteneciente al CSIC, han conseguido por primera vez ejemplares de eucalipto cultivados in vitro. Son los primeros del mundo que utilizaron la embriogénesis somática a partir de material adulto del Eucaliptus globulus, una de las principales especies comerciales del eucalipto.

Esta técnica -que desarrollaron a lo largo de tres años de trabajo- abre las puertas a la clonación y conservación de ejemplares de notable interés, así como a la transformación con genes que mejoren las cualidades de la planta.

Este grupo del IIAG investigó anteriormente sobre la propagación in vitro de otras especies leñosas como el roble, el castaño y la haya, pero es la primera vez que han logrado resultados exitosos con el eucalipto. "Este tipo de cultivo in vitro, que a partir de una célula de la planta es capaz de reproducir la planta entera, es relativamente sencillo con las especies vegetales como la zanahoria, pero con los árboles es mucho más complicado. Sin embargo, nos parecía muy interesante intentarlo porque permitiría la clonación múltiple de ejemplares especialmente buenos, lo que es imposible con los métodos tradicionales", explica la doctora Elena Corredoira.

La ventaja de este tipo de reproducción es que se conserva íntegramente el genotipo de la planta donante. "Estos embriones somáticos son capaces de germinar para producir plantas genéticamente iguales a las del eucalipto original, mientras que cuando se planta una semilla, la planta que nace no es igual a la original. Además, el embrión nos permite producir miles de plantas iguales, mientras que de la semilla nace una sola", describe la experta.

El eucalipto fue introducido a mediados del siglo XIX en Europa procedente de Australia y está presente en la actualidad en más de 90 países de todo el mundo, siendo la segunda especie forestal más plantada después del pino. Esto se debe fundamentalmente a su rápido crecimiento, a su elevada producción de biomasa y a su resistencia a la sequía. "A pesar de su indudable potencial sus detractores afirman que puede reducir las reservas de agua del suelo o provocar la degradación del mismo. Además no debe utilizarse para reemplazar especies autóctonas", advierte Corredoira.

El grupo gallego realizó esta investigación por encargo de la empresa madrileña Foresta Mantenimiento de Plantaciones, dedicada a las explotaciones forestales. "La empresa es la que nos proporciona los árboles seleccionados que son los que crecen más rápido y producen mejor manera y esos son los que clonamos", apunta la investigadora.

El grupo gallego participa ahora en un proyecto del Ministerio de Agricultura junto a otros tres equipos españoles en el que aplican la embriogénesis somática en alcornoque y encina, como una alternativa para aliviar las muchas enfermedades que afectan a estas especies de gran interés económico.