Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La historia de Blancanieves, según el enano más alto

Marilar Aleixandre da una vuelta al clásico con una protagonista que ni lava ni cocina pero es experta en contar cuentos

Marilar Aleixandre.

Blancanieves es todo desorden, se le queman las galletas y no está dispuesta a pasarse el día lavando, cosiendo y cocinando empanada y jureles para que los enanos - que en realidad no son enanos sino hermanos- le permitan vivir con ellos. Tampoco los siete hermanos pensaban pedirle esas cosas, que ya las saben hacer muy bien sin su ayuda. "¿Qué muchacha aceptaría eso?", se pregunta Álvaro, el más alto de los siete, que termina enamorándose de la joven.

Marilar Aleixandre ofrece una versión moderna, transgresora y divertida del cuento tradicional en "O anano máis alto conta a historia de Brancaneves" (Editorial Rodeira), en el que demuestra que "una misma historia puede tener muchos puntos de vista cuando la cuentan distintos personajes y, en este caso, me apetecía que fuera un hombre quien la contase".

Así, en este caso, es Álvaro, el enano más alto, el narrador del cuento, que no puede entender que un príncipe que jamás había conocido a Blancanieves ni hablado con ella pueda enamorarse solo por verla dormida, por muy bella que sea. "Lo último que deseo cuando escribo un relato para niños es en adoctrinar; solo quiero divertirles, creo que la enseñanza tiene que estar en el ámbito de la familia y la escuela, pero sí es cierto que durante demasiado tiempo nos han vendido esas historias de princesas -especialmente rubias y de ojos azules- grandes cocineras, dulces y siempre solícitas que son las compañeras de un príncipe que disfruta las aventuras más divertidas y eso se acaba aceptando como normal", explica la escritora que, entre otros, ha recibido los premios Lazarillo, el de la Crítica de Galicia y el Merlín. "Yo creo que cada vez hay menos niñas que aceptan esta realidad, pero aún hay mucho machismo y muy cerca de nosotros", advierte.

Marilar juega también con la idea de que los roles van cambiando a lo largo del tiempo, que no son inamovibles "Ya en mi primer libro de poemas cuestionaba que la madrastra de Blancanieves fuera realmente una madrastra y no su madre y también planteaba qué pasa cuando Blancanieves se hace mayor; los distintos papeles que tenemos a lo largo de nuestra vida", añade.

Al rescate de la palabra

Además de la historia, la autora se preocupa especialmente del lenguaje en este libro, introduciendo palabras poco usadas. "Yo creo que a los niños les atrae mucho descubrir palabras nuevas, aprender sus significados... No hay que tratar a los niños como tontos, a ellos les gustan las cosas que a nosotros nos divierten también y hay que estimularles", opina. Además, a Marilar le gusta acercar la idea al entorno de los niños. "Blancanieves vive en una aldea que podría ser cualquiera de las de Galicia; come las mismas cosas que nosotros y habla gallego; creo que a los niños les gusta mucho esa identificación", apunta.

Las ilustraciones del cuento están realizadas por Tesa González, que coincide con Marilar en la imagen moderna y rompedora de esta Blancanieves. "En los libros para niños es muy importante que haya una integración total entre la imagen y el texto, porque eso ayuda a que visualicen la historia", apunta la autora.

Compartir el artículo

stats