En la exposición no todo iban a ser grandes o medianos barcos. Tienen un lugar reservados y con mucho encanto los barquitos en botellas.

Son obra de un médico oculista de Vigo, Manuel Pérez y para su construcción los años no son lo realmente importante. La paciencia, el pulso y el tesón son los adjetivos básicos para cualquier maquetista que desee embotellar un barco.

"Es una de las secciones que más gusta a la gente, porque saben el trabajo que da y además, es una preciosidad. Su complejidad es uno de sus grandes atractivos y la gente sabe valorarlo, no podemos añadirle muchos más adjetivos", explica el presidente de la muestra de maquetas navales.